Los mulos de Alcalá

Germán Veloz Placencia

BÁGUANOS, Holguín.— Por ejercer la inseminación artificial, a Alfredo Pérez Ricardo se le puede atribuir protagonismo en el nacimiento de los mulos procreados mediante ese método de concepción en Rancho Alcalá, centro de reproducción de équidos de la Empresa Nacional para la Protección de la Flora y la Fauna.

Fotos del autor Finca Santa Rita. Los mulos permanecen en los potreros hasta que alcanzan las condiciones óptimas para la comercialización.

A este calificado profesional —también es técnico veterinario y fisiopatólogo— le satisface su labor, la cual, reconoce, depende del trabajo de muchas personas, motivo por el que en los últimos tres años allí creció sostenidamente el índice de natalidad.

En el 2009 procedieron a aplicar la inseminación artificial, vía por la que en el 2010 nacieron 82 mulos. Al siguiente año fueron 93 y en el 2012 llegaron a 102.

La arrancada fue dura. Los 13 hombres de la finca Alcalá construyeron el cepo, los corrales de trabajo y el laboratorio, explica Alfredo en el interior de esta última instalación identificada por su pulcritud y orden.

Los sementales que atiende Abel tienen buena salud y alto potencial genético.

"Usamos el semen fresco después de analizar propiedades como la concentración de espermatozoides y su movilidad. Cada extracción hecha a un semental da para 5 o 6 yeguas".

Abel Infante Aguilar, responsable de la cuadra de los asnos sementales, habla con cariño de Pirulí, Camagüey, Lico y Lucero, aunque parece tener preferencia por Sebastián. "Los alimento, baño, les paso la raqueta y estoy al tanto de sus estados de ánimo, lo cual es muy importante para entenderlos. En la temporada del celo de las yeguas, Lucero las olfatea enseguida y se pone insoportable y no quiere que le pongan la jáquima. Así me ha arrastrado varias veces, pero yo lo perdono porque es muy valioso".

Ni el más leve maltrato a los animales tolera Alcides Hidalgo Pupo, el jefe de brigada de la finca, una de las tres de la entidad. El colectivo también es responsable de las yeguas que no parieron el pasado año. "Las atendemos con esmero porque queremos que estén aptas para la gestación tan pronto comience en marzo la campaña reproductiva", refiere con vehemencia.

CON MÁS CONOCIMIENTOS, MÁS LEJOS SE AVANZA

Lo que ocurrirá en el tercer mes del año igualmente mantiene ocupado desde ahora a Wilfredo Aguilar Pérez, médico veterinario responsable de la salud de todos los animales del rancho, quien informa que este año pueden llegar a 147 nacimientos. Equivaldría a elevar el índice de natalidad hasta un 60 %, aún no logrado por las unidades que en el país se dedican a la reproducción de équidos.

Tenemos lista la Finca de Maternidad, de 301 hectáreas distribuidas en los terrenos más llanos, señala. "Hay suficiente agua, comida y sombra para las yeguas gestadas, que protegerán durante los once meses de embarazo los cinco integrantes de la brigada responsable del área".

Elevar la natalidad hasta un 80 % es un objetivo fijado para el 2015. Será posible si incrementan el número de yeguas a parir todos los años, lo que a su vez depende de la oportuna inseminación en los 21 días posteriores al parto, que es el periodo óptimo para quedar embarazadas.

El recurso a seguir es conocido por todos en el rancho. Reside en observar las yeguas a partir del quinto día de paridas, porque si bien entran en celo, no lo exteriorizan por el instinto natural de proteger las crías. De ahí que el rol principal lo tiene el fisiopatólogo, encargado de realizar sistemáticas exploraciones recto-vaginales para palpar los órganos reproductivos, con el fin de determinar el momento óptimo de la ovulación y proceder a la inseminación.

"Los trabajadores del rancho somos de la zona y como se dice aquí, nacimos entre las patas de los caballos y los mulos, por eso nos gustan nuestros oficios. La otra cosa buena es que nos planteamos incrementar los conocimientos del colectivo y aplicar la ciencia con el fin de elevar los resultados del trabajo.

"Ya sumamos dos médicos veterinarios, cuatro fisiopatólogos y dos técnicos en Zootecnia y Veterinaria. También los dos herreros y el domador terminaron sus especialidades en escuelas nacionales".

Luis Peña Ricardo dirige Rancho Alcalá. En el lote hay 33 mulas y mulos que no se vendieron el año pasado, explica; debieron ser adquiridos por entidades agrícolas de la provincia. La situación sugiere la revisión de este hecho, específicamente lo relacionado con las ofertas, acciones de venta y compromisos establecidos al respecto, porque las afectaciones son mutuas.

"Se dice que cobramos caro, porque ofertamos los mulos a 5 500 pesos, pero no podemos bajar el precio fijado de acuerdo con los gastos del proceso de cría, aunque debemos ser más eficientes. Por eso mismo hablamos de incrementar los nacimientos anuales".

Entre todos, asegura, serán vencidos los escollos internos y los que cualquier otro interponga, de manera que los mulos de Rancho Alcalá contribuyan en las montañas al transporte de médicos, maestros, carteros y residentes en general de los más abruptos parajes serranos, así como al trasiego de los productos locales y los medios de subsistencia necesarios en esas zonas.

 

| Portada  | Nacionales | Internacionales | Cultura | Deportes | Cuba en el mundo |
| Comentarios | Opinión Gráfica | Ciencia y Tecnología | Consulta Médica | Cartas| Especiales |

SubirSubir