La
actualización del modelo económico cubano avanza, y con ello el
perfeccionamiento de estructuras y entidades mediante un proceso
paulatino en el cual se busca la separación de las funciones
estatales y empresariales para lograr un mejor desempeño de las
instituciones, así como una estructura gubernamental más racional y
funcional.
A ello precisamente responde el Decreto Ley 296 del 2012 aprobado
por el Consejo de Estado y en el cual se resolvió la extinción del
Instituto de la Aeronáutica Civil de Cuba (IACC) como Organismo de
la Administración Central del Estado (OACE), con el consecuente
traspaso al Ministerio del Transporte (MITRANS) de sus funciones y
atribuciones.
El IACC en su estructura incluía, además del órgano central, las
unidades de apoyo, entidades subordinadas y un sistema empresarial
compuesto por 11 empresas encargadas de operar las aeronaves,
administrar los aeródromos, el resto de la infraestructura
aeroportuaria y la navegación aérea en condiciones de seguridad,
regularidad y eficiencia; asimismo, contaba con tres empresas
mixtas.
En su funcionamiento existía una mezcla de las funciones
estatales y empresariales entre los órganos de dirección del órgano
central —que constituye la Autoridad Aeronáutica—, y el sistema
empresarial, que dificultaban un mejor funcionamiento de sus
diferentes estructuras.
A partir de esta realidad y dando cumplimiento a los Lineamientos
de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución
aprobados por el Sexto Congreso, relacionados directamente con la
separación de las funciones estatales y empresariales, así como la
mejor distribución de las funciones de los OACE y la racionalidad de
las estructuras gubernamentales, se aprobó el proceso de integración
del IACC al MITRANS.
Al asumir el MITRANS las nuevas funciones le corresponde la
dirección de la política del Estado y del Gobierno relativa al
transporte aéreo civil, la navegación aérea civil, así como sus
servicios auxiliares y conexos.
Durante el proceso de perfeccionamiento se tuvieron en cuenta las
características del funcionamiento de la aviación civil cubana,
sometida a diversas restricciones como resultado del bloqueo
económico, comercial y financiero impuesto por el gobierno de los
Estados Unidos, así como la tradición y espíritu de pertenencia de
los trabajadores del sector.
Igualmente, se cumplieron las recomendaciones de la Organización
de Aviación Civil Internacional (OACI) —lo cual constituye una
práctica internacional—, referido a que la responsabilidad por la
Aviación Civil radique en un órgano de la Administración Central del
Estado y que se designe por Ley una entidad organizativa con
personalidad jurídica, que pueda realizar la gestión administrativa
con organización y nivel de autonomía propios, para así ejercer las
misiones y funciones de la Autoridad Aeronáutica.
Por tales razones, se aprobó que sea el MITRANS quien ostente la
responsabilidad de la Autoridad Aeronáutica y la misma sea ejercida
por una unidad organizativa independiente que cuente con
personalidad jurídica propia y los recursos necesarios para su
funcionamiento.
Como reconocimiento al prestigio alcanzado ante la Comunidad
Aeronáutica Internacional en el cumplimiento de los requisitos de la
vigilancia continuada a la seguridad aeronáutica de las operaciones
de la aviación civil nacional y extranjera en el país —demostrado en
los resultados de las visitas periódicas y las auditorías de
seguridad operacional realizadas por la OACI—, se decidió ratificar
a esta nueva unidad presupuestada el nombre de Instituto de
Aeronáutica Civil de Cuba.
En tal sentido, aunque mantiene el mismo nombre, la entidad deja
de ser un OACE, se transforma en una unidad organizativa subordinada
al MITRANS y ejerce las funciones de la Autoridad Aeronáutica. Al
igual que sucedía anteriormente, la entidad estará encabezada por un
Presidente, pero con funciones netamente estatales.
Una parte de las funciones comunes y de los aseguramientos con
que contaba el IACC se integran a sus similares del MITRANS. Se
consigue una mayor compactación de los órganos de dirección y
adecuación de su jerarquía estructural. De forma general, se alcanza
una disminución de la plantilla aprobada, del personal físico y de
los cargos intermedios de dirección, con la consecuente reducción de
gastos y una mayor racionalidad en la administración.
La Organización Superior de Dirección Empresarial Corporación
Aviación Cubana Sociedad Anónima (CACSA) pasa a formar parte del
sistema empresarial atendido por dicho Ministerio.
De esta forma se logra mantener la continuidad de la autoridad
aeronáutica cubana y las misiones vinculadas con la vigilancia de la
seguridad operacional y de la aviación, en especial en lo referido a
su representatividad internacional. Se traspasan además, las
funciones estatales que realizaba el sistema empresarial a la
entidad organizativa de dirección aeronáutica: control y permisos de
vuelo; control de aptitud médica aeronáutica; y asesoría legal a la
autoridad aeronáutica.
Ello permite además, concentrar las funciones de la organización
superior de dirección empresarial y fortalecer su integración y
autonomía, lo que posibilitará su concentración en el cumplimiento
de las funciones empresariales que le corresponden.