Un
investigador japonés de un organismo gubernamental afirmó el viernes
que no se ha observado ningún efecto visible sobre la salud debido a
las radiaciones del accidente nuclear en Fukushima, en marzo de
2011, aunque reconoció la necesidad de seguir su evolución.
"Hay que distinguir los efectos del accidente deFukushima por un
lado y los efectos de las radiaciones por eló. Este científico se
refería únicamente a los habitantes, y no a los empleados de la
central nuclear, que fueron expuestos en algunas ocasiones a
cantidades elevadísimas.
Sakai hizo estas declaraciones luego de que se descubrieron tres
casos de cáncer de la tiroides en niños de la prefectura de
Fukushima, y se sospecha que hay otros siete.
Sin embargo, según Sakai, si se basa en los conocimientos
acumulados después del accidente nuclear de Chernobyl (Ucrania), no
ha transcurrido suficiente tiempo para que se puedan vincular esos
casos a la catástrofe atómica de Fukushima, aunque se requieren
investigaciones complementarias.
Sin embargo, este investigador reconoce que los efectos aumentan
con las dosis recibidas y en función del tiempo durante las cuales
son absorbidas.