Una jueza
estadounidense aprobó una multa de 400 millones de dólares contra la
firma de prospección petrolera Transocean Deepwater, por su
responsabilidad en el derrame que se produjo en el Golfo de México
en 2010.
Esta pena forma parte del convenio alcanzado entre la empresa y
el Departamento de Justicia. La explosión de la plataforma el 20 de
abril del 2010 causó la muerte de 11 personas y el vertido de
centenares de millones de litros de petróleo al océano durante 87
días, que afectaron la costa sur de Estados Unidos, acabando con el
turismo local y del sector pesquero.