Triple femenino

Saltos por el retorno a la cúspide

HAROLD IGLESIAS MANRESA
harold@granma.cip.cu

Hiperactivo, siempre ajustando algún detalle, ya sea en el trabajo físico en el gimnasio o en su afán constante porque mejoren la técnica y consigan estirones mayores. Así se debate la rutina diaria de Milán Matos, entrenador del triple salto femenino y quien confía en que sus discípulas nuevamente irán en busca de la cúspide en el Mundial de Moscú, del 10 al 18 de agosto próximo.

Foto: Ricardo López Hevia La guantanamera Yargelis Savigne confía en su regreso a la cima.

Es algo que necesitan, tras concluir un 2012 que bien pudiera tildarse de gris por sus resultados, a excepción del bronce de Mabel Gay en el Mundial Bajo Techo de Estambul (14,29 metros), amén de representar este un registro discreto.

Incluso, la propia Mabel Gay no asistió a los Juegos Olímpicos de Londres, lid en la que a pesar de inscribir a Yargelis Savigne (única finalista gracias al 14,28), Dailenys Alcántara (13,97) y Jorgelis Rivalta (13,88), nuevamente nos atacó el estigma de no concretar en esos escenarios.

Sin afán de justificarse, Matos esgrimió una serie de argumentos que afectaron el desempeño de sus pupilas en la capital británica:

"Yargelis sufrió en la lid del orbe de Daegu una ruptura del bíceps femoral derecho. Imposibilitada de rendir al máximo, concursó en los Juegos Panamericanos de Guadalajara (plata con 14,36) y en la propia Estambul (cuarta, 14,28). Paralelo a ese proceso físico tuvo una afectación en el componente psicológico, en buena medida producto de su distanciamiento de la elite, y otras cuestiones.

"Mabel desde hace años acusa molestias en la planta de uno de sus pies y en el 2012, previo a la cita estival, se le agudizó. En el caso de Alcántara, por problemas en su espalda baja, se vio imposibilitada de rendir al 100 %.

"Ahora trabajamos sobre el perfeccionamiento de la técnica, para poderlas insertar en la IV Liga de Diamante y buscar marcas de clasificación mundialista. Por sus características —son de menor estatura y dependen más de la carrera de impulso—, Yargelis y Alcántara saltan con 13 pasos y dos de volante, mientras Mabel y Rivalta lo hacen con 16. Física y psicológicamente están en condiciones de retornar a la cima".

TRES SALTOS CON YARGELIS

Yargelis Savigne atravesó un periodo (finales del 2011-2012), que ella misma no dudó en calificar de convulso, con la preparación acelerada, apenas un mes de descanso entre la lid continental de Guadalajara y el inicio de la gira invernal europea.

Eso se tradujo en una violación del proceso de recuperación y descanso idóneo, pero... "todo quedó atrás", sentenció la atleta en nuestra tensa plática, sí tensa, pues se produjo minutos antes de un control con nueve pasos de carrera, en el cual lideró a la armada, con 13,80 metros.

¿Lista para el regreso?

Sí, despejada, hice a un lado todos los problemas, psicológicamente estoy enfocada y sin molestia alguna tras el debido periodo de recuperación y preparación. Es tiempo de ganar el terreno perdido, insertarnos en la Liga de Diamante y en dependencia de esos 5-6 mítines previos, ir por una medalla en Moscú. Volver a ser la Yargelis de Helsinki 2005 (plata con 14,82), Osaka 2007 (oro-15,28) y Berlín 2009 (oro-14,95).

¿Armas para materializar esa quimera?

El brinco y el tiempo de vuelo son mis principales potencialidades, las de siempre. El primero, por el hecho de haber sido saltadora de longitud antes y favorecerme la carrera de impulso; el segundo, por la coordinación adquirida con los años, la experiencia y maestría. Fui captada al equipo nacional en longitud. En el 2005 me inserté en la gira en triple y en aquel entonces hice 14,50 con 11 pasos, intentaba buscar coordinación. Luego llegaron los resultados y la estabilidad sobre dicha marca. Dejé de simultanear ambos eventos. Actualmente la base de mi entrenamiento nuevamente es sobre la longitud, del triple profundizamos en los elementos técnicos de fuerza y explosividad en el despegue, y en el trabajo con la rodilla y el péndulo en el paso.

El peso de Milán, los 15 metros, el vallista Orlando Ortega...

Milán ha sido de enorme influencia en todos los sentidos, la confianza entre ambos es plena desde el 2004. A la hora de la verdad, siempre los criterios coinciden. Junto a él he vivido los tres momentos más grandes de mi vida, la cadena de podios eslabonada en tres citas del orbe consecutivas. Orlando es mi pareja, siempre estamos muy pendientes uno del otro, la comunicación es fluida. El desenvolvernos en el mismo mundo constituye un sólido eslabón a nuestro favor. Y los 15 metros... desde el 2010 no los salto, puedes estar seguro de que siempre rondan mi mente. Iré a buscarlos con piernas, uñas y todo.

 

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