NACIONES
UNIDAS.— Cuba denunció la manipulación, el egoísmo y la falta de
voluntad política de los principales países desarrollados como
causas que impiden una solución ambiciosa, justa y balanceada al
problema del cambio climático.
Las consecuencias de ese fenómeno constituyen una amenaza a la
paz y la seguridad a nivel global y una de las más graves y perennes
amenazas para la propia existencia de la humanidad, aseguró el
representante permanente alterno de Cuba ante la ONU, Oscar León.
Al hablar en una reunión del Consejo de Seguridad, el diplomático
subrayó que la actitud del mundo industrializado condena al 40 por
ciento más pobre de la población mundial (dos mil 600 millones) a un
futuro con muy escasas oportunidades de subsistencia.
En la sesión, dedicada a las dimensiones de seguridad del cambio
climático, León abogó a favor de los pequeños Estados insulares en
desarrollo y los africanos.
Esas naciones atraviesan las peores condiciones para adaptarse a
las consecuencias negativas de ese problema y al mismo tiempo son
los que menos responsabilidad tienen con el fenómeno, precisó.
Dijo que la falta de voluntad política de los países
desarrollados ha impedido alcanzar los objetivos trazados por la
Convención Marco de la ONU.
El representante de Cuba llamó al Consejo de Seguridad a
reafirmar el principio de responsabilidades comunes, pero
diferenciadas, como piedra angular de una solución justa y duradera
al cambio climático global.
Además lo instó a reclamar a los países desarrollados que cumplan
compromisos como los Objetivos de Desarrollo del Milenio, la
Asistencia Oficial al Desarrollo, la Agenda 21, los Programas de
Acción de Johannesburgo y de Barbados y otros.
León recordó que los límites anunciados en ese aspecto por
algunas potencias industrializadas están lejos del rango necesario
para estabilizar el incremento de la temperatura del planeta en un
nivel que impida una catástrofe irreversible.
En otra sugerencia, el diplomático cubano pidió al Consejo de
Seguridad que insista en la necesidad de cambiar los actuales e
insostenibles patrones de producción y consumo que prevalecen en el
mundo.