Guillermo Martínez: “Sin la compenetración nada fluye”

HAROLD IGLESIAS MANRESA
harold@granma.cip.cu

Compenetración fue una palabra repetida por el jabalinista Guillermo Martínez (28 de junio de 1981) durante nuestra última conversación. Y fíjense ustedes si la existente entre el camagüeyano y su entrenador Isbel Luaces (20 de julio de 1975) es fuerte, que ambos llevan el símbolo de Cáncer en el zodíaco.

Foto: Ricardo López HeviaDe haber conseguido 87.20 metros en Londres, Guillermo se hubiera ceñido la corona por amplio margen. El monarca Keshorn Walcott envió el dardo hasta 84.58.

El 2012 no fue un año bueno para ellos en materia de resultados, tras dos preseas en los Campeonatos Mundiales de Berlín 2009 (plata con 86.41 metros) y Daegu 2011(bronce gracias a 84.30), y el título en los XVI Juegos Panamericanos de Guadalajara 2011(87.20 que constituyó registro personal).

Su vertiginoso camino ascendente se vio truncado por la "plaga" de las lesiones y en los Juegos Olímpicos de Londres ancló en el lugar 16 con un disparo de 80.06, bien distante de sus potencialidades.

Sí, vertiginoso, porque justamente en el 2009 Guillermo e Isbel iniciaron esa unión envidiable. Para que tengan una idea del relieve de su palmarés, escasos cuatro meses constituyeron su periodo de preparación de cara a la lid berlinesa.

Al grano entonces, para conocer detalles expuestos por Isbel y Guillermo sobre esa química, lo acaecido en el 2012, el estado actual de la preparación y las perspectivas de cara a los diversos escenarios competitivos que se avecinan:

Juegos Olímpicos de Londres... ¿Caída libre?

Isbel: "No pudimos cumplimentar la preparación producto de las lesiones de Guillermo. Ciertamente se recuperó muy bien, pero aun así tuvimos que rediseñar el plan de entrenamiento y para colmo de males una semana antes de competir en Londres presentó una molestia en el talón del pie izquierdo, el de tranque a la hora de lanzar".

Guillermo: "Fue un momento triste, un ciclo apuntalado con resultados estables en la elite y justo donde todos quieren brillar, no estuve bien. Tengo esa espina clavada, por eso he comenzado con el mismo espíritu de siempre, activo, para desquitarme en Río de Janeiro 2016".

Modificaciones en la técnica e ingredientes para materializar disparos exitosos.

Isbel: "Guillermo ha comenzado el ciclo bien, sin molestias tras un proceso riguroso de fortalecimiento y recuperación de los planos musculares. Además, su volumen de hidratación está cercano al idóneo y mantiene estabilidad en materia de peso corporal, 120 kilogramos en estos momentos, para llevarlo a 115 en etapa competitiva. Por su constitución, en extremo fornida, necesita un trabajo diferenciado con el fisioterapeuta.

"La materialización de un buen disparo depende de la sincronización de la carrera de impulso con el esfuerzo final. Esa coordinación la perdió de cara a la capital británica, y el trabajo está dirigido a recuperarla, manteniendo sus 14 pasos para lanzar."

Guillermo: "La temporada pasada perdí la fluidez en la carrera (nueve pasos de impulso por cinco de cruce). De eso y el esfuerzo final —consiste en el movimiento rotacional y acción del lado derecho, el izquierdo funciona como una especie de puerta para liberar toda esa fuerza—, dependen mis resultados, aunque con el tiempo he compensado explosividad, fuerza, técnica y sincronización. Buscamos optimizar nuevamente ese ritmo y confianza en la carrera, cruciales ambos".

¿En el horizonte?

Isbel: "Reinsertarnos en la elite, aún no tenemos calendario competitivo, pero debemos participar en la IV Liga de Diamante, para ajustar todos los elementos de cara al Campeonato Mundial de Moscú (del 10 al 18 de agosto). Guillermo llegaría con 32 años, pero físico, carácter, ganas y registros que lo amparen posee de sobra".

Guillermo: "Se produjo una ruptura en esa cadena ascendente de resultados, voy en busca de otro eslabón, otra medalla universal".

Esa fue la sentencia del jabalinista agramontino, quien recordó sus inicios en la escuela primaria Grandes Alamedas, de Camagüey, (hacía eventos múltiples); reconoció el de la capital germana como el momento más grande de su vida, pues precisamente el nacimiento de su hija Amanda acompañó la presea plateada en dicha justa del orbe. Posee, además, marca personal de 2.18 metros en el salto de altura y considera que tantos años de entrega y sacrificio le han dejado un saldo positivo en su vida.

 

| Portada  | Nacionales | Internacionales | Cultura | Deportes | Cuba en el mundo |
| Comentarios | Opinión Gráfica | Ciencia y Tecnología | Consulta Médica | Cartas| Especiales |

SubirSubir