 GUATEMALA.— 
			Niños y maestros guatemaltecos de la escuela pública República de 
			Cuba evocaron con poemas, canciones y flores al latinoamericanista 
			José Martí, cuando faltan pocos días para que se celebre el 160 
			aniversario de su natalicio.
GUATEMALA.— 
			Niños y maestros guatemaltecos de la escuela pública República de 
			Cuba evocaron con poemas, canciones y flores al latinoamericanista 
			José Martí, cuando faltan pocos días para que se celebre el 160 
			aniversario de su natalicio.
			Momento emotivo fue cuando cuatro alumnos corearon -con desenfado 
			y gracia- la famosa Guantanamera, canción en la cual están 
			musicalizados los Versos Sencillos del excelso poeta.
			El embajador de Cuba en Guatemala, Roberto Blanco, dialogó con 
			los pequeños, en síntesis, sobre aspectos relevantes del paso de 
			Martí por la denominada tierra del quetzal.
			Aludió a que las notas del himno guatemalteco las compuso el 
			cubano José Joaquín Palma y destacó lo mucho que marcó Guatemala al 
			Apóstol y viceversa.
			Por su parte, la directora del centro educativo, Rosario 
			Contreras, invitó a los estudiantes a copiar lo mejor de Martí y a 
			leer en la biblioteca su libro La Edad de Oro, concebido en 1889 
			como cuatro revistas por el escritor.
			Asimismo, la pedagoga María Cristina Morataya, de ese plantel 
			leyó una síntesis biográfica del independentista y se declamó el 
			poema Los Zapaticos de Rosa.
			En la actividad estuvieron presentes funcionarios y trabajadores 
			de la legación Diplomática de Cuba y cooperantes de la colaboración 
			médica, de la misión deportiva y del Programa de alfabetización Yo, 
			Sí Puedo.
			Como docente en esta capital, aquel joven deleitó en 1877 y 1878 
			-cuando residió aquí- a las alumnas de la Academia de Niñas de 
			Centroamérica, donde estuvo inscrita María Granados, hija del 
			expresidente Miguel García Granados, con quien el más universal de 
			los cubanos jugaba ajedrez en su morada.
			Martí también impartió clases en la Universidad de Guatemala y el 
			Instituto Nacional de Varones de entonces, que en la actualidad son 
			el Museo de la Universidad de San Carlos y un centro de segunda 
			enseñanza, respectivamente.