 El 
			Departamento de Defensa de Estados Unidos planifica realizar más de 
			100 ejercicios militares de diferentes tipos en África, así como 
			programas de entrenamiento y otras actividades en 2013.
El 
			Departamento de Defensa de Estados Unidos planifica realizar más de 
			100 ejercicios militares de diferentes tipos en África, así como 
			programas de entrenamiento y otras actividades en 2013.
			Según las directivas oficiales, el énfasis en el continente 
			africano está relacionado con el resurgimiento de actos de 
			violencia, y en particular después de las experiencias del ataque 
			contra el consulado norteamericano en Bengasi, Libia.
			El embajador en Trípoli, Christopher Stevens, y otros tres 
			funcionarios resultaron muertos en ese atentado.
			En este contexto se destacan los planes del Comando de África de 
			agilizar la puesta en práctica de una fuerza de reacción rápida, 
			constituida por integrantes de los llamados Boinas Verdes o Grupo de 
			Fuerzas Especiales, con sede en Fort Carson. 
			De acuerdo con los planes, sus integrantes pasarán una buena 
			parte del tiempo en actividades de entrenamiento en África, con el 
			fin de familiarizarse con el terreno y estar en disposición de 
			cumplir misiones urgentes ante situaciones de emergencia, afirma el 
			diario Stars and Stripes, especializado en temas castrenses.
			Dentro de los programas previstos para el año próximo están 
			también las acciones en 35 países africanos para los integrantes del 
			Grupo de Combate de la Segunda Brigada, perteneciente a la Primera 
			División de Infantería del Ejército de Estados Unidos, con sede en 
			Fort Riley.
			Estos militares tienen un amplio plan de actividades con sus 
			homólogos africanos, que incluyen el entrenamiento y familiarización 
			durante largos períodos en Libia, Sudán, Argelia, Níger, Kenya y 
			Uganda, entre otros.
			Durante sus despliegues estas unidades utilizarán aviones sin 
			tripulación (drones) que les servirán para el estudio del teatro de 
			operaciones militares y a la vez como fuentes de obtención de 
			información de inteligencia.
			Pero el mando militar norteamericano tendrá que solicitar un 
			permiso especial para la operación de estos artefactos, cuya 
			presencia ha sido motivo de fuertes críticas por su participación en 
			ataques que causaron la muerte a centenares de civiles en Afganistán 
			y Pakistán.
			Además, un informe reciente de la Fuerza Aérea de Estados Unidos 
			reconoció que los drones causan accidentes y dificultan el tráfico 
			aéreo en aeropuertos civiles de otros países.
			Uno de los primeros accidentes ocurrió precisamente en territorio 
			africano, el 14 de enero de 2011, cuando un drone que trataba de 
			regresar a una base militar estadounidense en Djibouti se estrelló 
			en un aeropuerto civil cercano.
			Las actividades de los grupos de entrenamiento del Ejército 
			estadounidense en África comenzarán en los primeros meses del 
			próximo año y será el preludio de acciones similares en el Comando 
			del Pacífico en 2013, región priorizada por el Pentágono en su 
			estrategia a nivel global.
			Estos programas se cumplirán a pesar de que el Pentágono 
			enfrentará reducciones en los próximos 12 meses, en un proceso 
			conocido como secuestro de fondos.
			Sin embargo, a juzgar por estos y otros planes de despliegues a 
			ultramar, la política intervencionista de Washington sufrirá poco 
			con las reducciones presupuestarias que amenazan al brazo armado de 
			la Casa Blanca.