LONDRES.—
La crisis económica y las medidas de ajuste aplicadas por el
gobierno conservador aumentan las presiones sobre la situación
social de las familias británicas, cuya ruptura origina pérdidas
millonarias a este país.
El costo para la economía nacional de la división o quiebra de
familias se calcula podría situarse en unos 71 mil millones de
dólares anuales.
Un sondeo del grupo Relate destaca que el 59 por ciento de los
más de dos mil interrogados muestra profunda preocupación por sus
perspectivas económicas para 2013, mientras el 38 por ciento admitió
la existencia de más peleas, discusiones o estrés por la situación
financiera familiar.
Además, más de la mitad de los encuestados reconoció que siente
preocupación por el futuro económico de su familia y por llegar sin
dudas o sacrificios al fin de mes.
El 93 por ciento de los participantes en el estudio de opinión
destacó la importancia de la familia en tiempos difíciles, 60 de
cada 100 dijeron compartir sus temores con su pareja y 40 hablan con
la familia.
Las féminas se mostraron más agobiadas por la actual situación
económica (55 por ciento) que los hombres (49).
Relate llamó al gobierno a tener en cuenta la importancia de la
estabilidad familiar para el desarrollo social de esta nación.
Los recortes de prestaciones sociales y las reformas de la
educación y la salud, introducidas por el gobierno conservador,
lanzaron a miles de británicos a las calles en los últimos meses
para demandar el fin de las medidas de austeridad.
El desempleo en Reino Unido descendió de 8,3 a 7,9 por ciento en
un año, pero muchos especialistas atribuyen ese decrecimiento al
aumento del trabajo temporal, lo cual agudizó la precariedad de los
empleos.