El Movimiento Unificado Campesino del Aguán (MUCA) denunció este
lunes el asesinato de otros tres ciudadanos en el valle del Bajo
Aguán de Honduras, donde han muerto más de 80 personas desde 2009 a
causa de los choques entre agricultores y terratenientes, que con
ayuda de policías y militares han intentado desalojar a los
hondureños de sus tierras.
"Una ves más, hacemos el llamado a los organismos defensores de
Derechos Humanos nacionales e internacionales a brindar un
acompañamiento a esta lucha campesina por la vida", expresó el
movimiento.
Mediante una reforma agraria en la década de 1980, el Gobierno de
Honduras asignó los terrenos del Bajo Aguán a los campesinos. No
obstante, en 1992 una ley permitió la venta de parcelas a precios
bajos a los terratenientes.
En 2009, miles de campesinos ocuparon vastas extensiones de
tierras cultivadas de palma africana, ocupadas por terratenientes,
que contrataron guardias privados para "protegerlas" de los
labradores.
Desde entonces, comenzaron los enfrentamientos entre los
latifundistas que cultivan palma africana y sus guardias y los
campesinos organizados en diferentes grupos, que ocupan parte de las
tierras reclamando su entrega.