Esta forma de trabajo no estatal complementa la labor
desarrollada por las Escuelas de Educación Vial y Conducción del
país, al presentarse como una opción más para "aprender a conducir",
al tiempo que constituye una alternativa de empleo para la personas
a la luz de las nuevas políticas que impulsan el trabajo por
cuentapropia.
En el aula donde imparte a sus alumnos los conocimientos teóricos
referidos a la Ley 109 Código de Seguridad Vial, Catalá recordó que
siempre ha estado muy vinculado a la labor de la Dirección de
Tránsito. "Fui desde locutor de los autos parlantes hasta jefe del
Departamento Nacional de Divulgación y Educación Vial, camino en el
que debí enseñar a no pocos sobre las leyes del tránsito y la
importancia de su cumplimiento".
De ahí que, finalizada su vida profesional en las filas del
Ministerio del Interior, se interesara por la profesión en que hoy
se desempeña. Para ello creó un aula con las condiciones necesarias
para impartir este tipo de clases, a la vez que mantiene el vínculo
con la Dirección de Tránsito y la Escuela de Educación Vial y
Conducción de la provincia.
"Aquí no se enseña a los alumnos solo para que aprueben un examen
teórico-práctico, sino para que en su vida como peatones o
conductores puedan aplicar correctamente estos conocimientos. Por
eso me preparo constantemente, tengo elaborado un plan de clases y
una base material de estudio adecuada para los alumnos", explicó el
experimentado instructor de automovilismo.
Aunque esta figura del trabajo por cuentapropia se denomina
instructor de automovilismo, la misma se encuentra dividida en dos
especialidades: la instrucción teórica y la práctica. La mayoría de
los trabajadores no estatales que la ejercen en el país solamente se
dedican a la primera, como en el caso de Reynerio Catalá, porque la
segunda implica disponer de un vehículo y recursos tales como el
combustible y las piezas, a los cuales resulta más difícil acceder.
Noel Molina Pérez, jefe del departamento de Educación Vial y
Conducción del Grupo Empresarial Cubataxi, señaló que hoy resulta
imprescindible definir con más rigor los requisitos que se necesitan
para ejercer cada una de las especialidades, como tener un aula y
medios de enseñanza para impartir la teoría, poseer licencia de
conducción aunque los instructores solo se dediquen a impartir
clases.
Si esto no ocurriese, personas con poca preparación y sin
experiencia en la conducción pudieran insertarse en este trabajo y
dificultar así la correcta promoción de la educación vial, y de los
contenidos de la Ley 109 en los diferentes sectores de la población.
Por tal razón se encuentran trabajando en el mejor diseño de estos
requisitos el Ministerio de Transporte (MITRANS), como organismo
rector de la actividad, y otros vinculados a esta figura del trabajo
por cuentapropia.
El funcionario destacó también lo importante que resulta
fortalecer la vinculación de los instructores de automovilismo no
estatales con las Escuelas Provinciales de Educación Vial y
Conducción, teniendo en cuenta lo que al respecto estipula la Ley
109 Código de Seguridad Vial.
Este cuerpo legislativo establece que el MITRANS es el organismo
que aprueba los planes y programas de estudio que se imparten, tanto
por las Escuelas como por los instructores no estatales, a los
aspirantes a licencia de conducción y a los choferes profesionales
que deben recalificar.
La Ley 109 también encarga a las Escuelas de Educación Vial y
Conducción la coordinación y organización, con los organismos
rectores, de cursos especiales de calificación y de superación
técnica y metodológica dirigidos a los instructores de automovilismo
no estatales, además de a profesores, inspectores técnicos y otros
que así lo requieran.
Cuando el instructor de automovilismo termine de impartir el
periodo de clases, debe someter a sus alumnos a un examen de
suficiencia en las Escuelas, que son las que acreditan mediante
certificado la aprobación de los cursos. Ello permite al estudiante
optar luego por el examen teórico y el permiso de aprendizaje en las
oficinas de licencia de conducción del Ministerio del Interior.
Existen algunos instructores que no consideran necesario este
acercamiento a las Escuelas, las cuales también deben ganar en
eficiencia respecto al trato que mantienen con los trabajadores por
cuenta propia vinculados y los mecanismos que implementan para
propiciar su interacción con estas entidades estatales.
No es un problema de control ni de contrapartida al trabajo que
realizan, destacó Molina Pérez, es cuestión de unir esfuerzos y
caminar lo mejor posible en una misma dirección: el fortalecimiento
de la cultura vial de la población para disminuir en un futuro
cercano la ocurrencia de accidentes de tránsito.