El anuncio fue hecho público por los directivos de la
organización no gubernamental CUBASOLAR con el propósito de ayudar a
los habitantes de comunidades aisladas, maestros que laboran en las
serranías y trabajadores del Cuerpo de Guardabosques, quienes
recibieron como donativos unas 400 lámparas de ese tipo distribuidas
a partir de 1997, como parte de similar cantidad de módulos
compuestos también por un panel solar y un radiorreceptor.
Los responsables de ensamblar las nuevas unidades de SOLUX II, o
reparar las dañadas, son el Máster en Ciencias de la Educación Juan
Amaro Guerra Vázquez y un grupo de alumnos que cursan la
especialidad de técnico de nivel medio en Electricidad.
No es el primer contacto del profesor Juan Amaro con los
artefactos luminosos. Tres lustros atrás fue el responsable de darle
vida al proyecto emprendido por CUBASOLAR y el Ministerio de
Educación, con el fin de ensamblar los componentes del mencionado
módulo, tarea dirigida igualmente a promover el uso eficiente de las
fuentes renovables de energía y proteger el medio ambiente.
En el almacén, cuenta el entusiasta pedagogo, permanecía un grupo
de elementos para ensamblar las lámparas, pero faltaban insumos,
entre ellos pegamentos especiales, cintas plásticas y resistencias.
"Ahora empleamos la conocida cola loca en un procedimiento que
exige hacer diminutos orificios en el cuerpo plástico, para colocar
pines fabricados con las presillas comunes usadas en las oficinas en
la fijación de hojas. Las perforaciones se hacen con brocas de un
milímetro de diámetro, colocadas en un mecanismo para taladrar,
construido sobre la base de un microscopio desechado".
El ensamble es muy seguro, explica, porque comprueban por
separado cada conjunto antes de añadirlo al cuerpo principal, lo que
dio paso a una metodología que supera a la propuesta inicialmente
por el suministrador alemán de los componentes.
"Hoy tenemos listas cien lámparas nuevas, que se entregarán a
cambio de las rotas. De estas rescataremos las partes en buen estado
y ensamblaremos todas las que sean posible".
Con respecto a las baterías, Juan Amaro recuerda que podrán tener
un largo ciclo de vida (diez o más años) en la medida en que se
cumplan las recomendaciones del fabricante, o sea, después de cada
noche de trabajo deben ser conectadas al sistema de carga.
Luis Gabriel Mendoza, uno de los alumnos de tercer año
participantes en la tarea, destaca que en el aula devenida taller
aplican soldaduras, miden circuitos y realizan otras acciones, hasta
completar las más de cien necesarias para dejar lista cada lámpara.
Para él tienen mucho valor los análisis con el profesor, quien
los estimula a pensar en la introducción de posibles innovaciones.
Debido a ese enfoque, dice, años atrás a la SOLUX II se le incorporó
un indicador lumínico que facilita comprobar la marcha de la etapa
de carga de las baterías.
"En el ensamble y reparación trabajan los alumnos miembros de la
Sociedad Científica de Fuentes Renovables de Energía, que son muy
activos en el estudio de este asunto, porque realizan evaluaciones
de artículos publicados en la revista Energía y tú, asisten a
conferencias y realizan complejos trabajos prácticos como la
construcción de prototipos de aerogeneradores", detalla Juan Amaro.
A continuación hace saber que el claustro de profesores del
Politécnico Luis de Feria Garayalde perfecciona la labor docente
para formar técnicos de nivel medio y obreros calificados de las
ramas de la electricidad y la mecánica, en respuesta a las
solicitudes hechas por centros industriales necesitados de fuerza de
trabajo competente.