El Gobierno de
Filipinas y el Frente Moro de Liberación Islámica (FMLI) firmaron
hoy un acuerdo marco para la paz en la parte sur del país, tras 40
años de un conflicto que dejó más de 120 mil muertos y dos millones
de desplazados.
El jefe de Estado filipino, Benigno Aquino, y el líder del FMLI,
Al Haj Murad Ebrahim, presenciaron en el Palacio presidencial de
Malacañang de Manila la rúbrica del documento, que contempla una
hoja de ruta hasta el 2016.
El acuerdo fue firmado por los jefes de negociación del Gobierno,
Marvin Leone, y de la guerrilla musulmana, Mohagher Iqbal.
De acuerdo con el tratado, el FMLI, que es el mayor grupo
guerrillero del país, renunció al nacimiento de un Estado
independiente de mayoría islámica a cambio de la creación de una
región autónoma que recibirá el nombre de Bangsamoro, como los
musulmanes filipinos designan a su tierra ancestral.
Bangsamoro aglutinará las áreas del sur de Filipinas, donde la
comunidad islámica es mayoritaria.
El compromiso, que fue gestado en la capital de Malasia, Kuala
Lumpur, abre el camino para una recuperación económica y política de
la conflictiva región del sur del archipiélago. El Gobierno filipino
y los rebeldes realizaron conversaciones en Malasia, nación que
empezó a mediar en estas negociaciones en el año 2000.
Ambas partes establecieron un alto el fuego en agosto de 2001 y
dos años después firmaron un acuerdo general de cese de
hostilidades, aunque los enfrentamientos nunca cesaron
completamente.
Casi cuatro décadas de conflicto étnico, religioso y tribal
ocasionó miles de muertos y cerca de dos millones de refugiados en
las provincias sureñas de Filipinas, de las áreas más pobres de ese
país del sureste asiático.