Manuel Nogueras Buerez, jefe de brigada de este establecimiento
perteneciente al Combinado de Industrias Locales Mayabe, dice que
todos están de acuerdo en comprar una "máquina de cierre", que
permita hacer los ribetes de los colchones.
La que está en uso, explica, tiene muchos años y sobrevive por
los "inventos". Una moderna les facilitará a los obreros la
realización de operaciones más complejas, al tiempo que mejorará la
estética de los productos.
"Los trabajadores tienen que estar contentos, se quedan con el 60
% de las utilidades y la otra parte es entregada al Consejo de
Administración Municipal, para usarla en beneficio del territorio",
explica Julio Borjas Gavilán, director de la Unidad Empresarial de
Base a la que pertenece el taller.
"No ha decaído la calidad con que arrancamos. Al recibir los
colchones, les hacemos diagnósticos en presencia de los
propietarios, quienes deciden la magnitud de la reparación. El
forro, los muelles y el relleno los cobramos en pesos convertibles,
para recuperar lo que invertimos. La mano de obra se paga en moneda
nacional".
Los clientes, asevera, consideran que los precios son aceptables.
"Por ejemplo, en el caso del colchón camero, el más caro por su
tamaño, un forro sale en algo más de 8.00 pesos convertibles,
mientras que por la reparación se pagan 80.00 pesos".
Alejandro Leyva Suárez, director general de la Empresa Provincial
de Industrias Locales Varias, ve ventajas en los proyectos de este
tipo. "El financiamiento proviene de un banco y tiene categoría de
crédito a amortizar paulatinamente, y si las condiciones de
producción exigen la importación de máquinas y recursos, se les
concede capacidad de liquidez. Al mismo tiempo, puedes pactar los
precios sobre la base de no causar pérdidas al productor o a quien
presta servicios y resolver los problemas de los clientes".
Por la misma vía echaron a andar un taller de cerámica en el
municipio de Moa.
"Con el crédito recuperamos parte de la fuerza de trabajo que
había emigrado a otras labores, un molino de bolas y la laguna de
maceración. Por eso acaban de entregar a dos hoteles del Polo
Turístico Holguín un pedido de varias decenas de búcaros muy
originales. Igualmente, concertaron un acuerdo con CIMEX para
colocar productos en la red comercial", refiere Alejandro Leyva.
Al analizar estos buenos pasos, confirma, la empresa elabora la
documentación pertinente, con el fin de solicitar la aprobación de
sendos proyectos dirigidos a la reanimación de un taller para la
producción de muebles y el restablecimiento de una imprenta, ambos
destinados a prestar servicios a la población y a los sectores
productivos estatal y no estatal.