NACIONES
UNIDAS.— Pese a asegurar que todavía es posible un arreglo
diplomático con Irán el presidente Barack Obama amenazó en su
discurso ante la Asamblea General de la Organización de Naciones
Unidas (ONU),.reiterando sus presiones contra Teherán.
Washington y sus aliados acusan al país persa de desarrollar un
programa nuclear con fines bélicos, hecho que refutan las
autoridades iraníes, las cuales aseguran que solo tiene propósitos
pacíficos.
Según Obama, Estados Unidos hará todo lo necesario para impedir
que esa República Islámica continúe el desarrollo de su proyecto de
energía atómica.
El presidente iraní, Mahmud Ahmadinejad, rechazó ayer en una
entrevista de prensa en Nueva York las sanciones contra su país por
ese programa y aseguró que no teme un posible ataque de Israel
contra sus instalaciones nucleares.
Obama convocó a las Naciones Unidas a reprobar los actos
antiestadounidenses en Oriente Medio, a los que calificó de ejemplos
de intolerancia, que en realidad fueron motivados por la difusión de
una película blasfema contra el islamismo y su profeta Mahoma.
También condenó la muerte del embajador de Estados Unidos en
Libia, Christopher Stevens, y de otros tres funcionarios que
sobrevino cuando un grupo de airados manifestantes musulmanes
atacaron el consulado en Benghasi, Libia, y dijo que se trataba
igualmente de una acción dirigida contra las Naciones Unidas.
El mandatario estadounidense insistió en su política de apoyo a
los movimientos en países del Oriente Medio en caso de que estos
coincidan con los intereses de Washington, y en su criterio de que
el presidente sirio Bashar Al Assad debe renunciar al poder.