ATENAS, 21 de septiembre.— El ayuntamiento del municipio de
Ajarnés, una localidad de 100 mil habitantes al norte de Atenas,
cerró hoy sus puertas ante la imposibilidad de prestar servicios
públicos por hallarse en bancarrota, explicaron sus responsables en
un comunicado.
La decisión se adoptó en la noche de ayer, tras un consejo
municipal extraordinario, y estuvo motivada por la falta de liquidez
para pagar los salarios de los trabajadores y los gastos corrientes.
Según la comunicación oficial "la municipalidad permanecerá
cerrada por tiempo indefinido hasta que se resuelva el problema
económico", y precisó que los únicos servicios que se seguirán
prestando serán los de seguridad y los de limpieza en escuelas y
jardines de infancia.
De acuerdo con la decisión del consejo municipal, ningún
trabajador será despedido o transferido, aunque el documento recoge
la posibilidad de que responsables del ayuntamiento pasen a otros
organismos.
El alcalde de la localidad, Sotiris Duros, se reunirá con
miembros de la dirección del Ministerio del Interior, para tratar de
resolver a corto plazo el grave problema por el que atraviesa la
institución local y que nunca antes se había dado en Grecia.
Esta insólita situación viene a corroborar las palabras de la
diputada Rena Duru, de la Coalición de Izquierda Radical (Syriza),
quien en una entrevista concedida a la prensa advirtió que "el
pueblo griego se enfrenta a una catástrofe humanitaria sin
precedentes".