Censo 2012: una experiencia en familia

OLGA DÍAZ RUIZ

De los cubanos es bien conocido su carácter jovial y disposición para cooperar, y la realización del Censo de Población y Viviendas 2012 no podía ser la excepción. Quizás por eso no asombra del todo que en muchas familias la experiencia de participar en un ejercicio censal —que por lo general ocurre cada diez años— una a varias generaciones. Así lo constató Granma al entrevistar a David Díaz Rodríguez, estudiante de tercer año de la especialidad de Contabilidad del Instituto Politécnico Antonio Guiteras de la capital. Con 16 años, es uno de los casi 50 mil estudiantes de la Educación Técnica y Profesional (ETP) vinculados a las tareas del Censo 2012, y comparte con su padre la experiencia de actuar como enumerador.

Foto: Otmaro RodríguezEl estudiante David en la práctica cotidiana de su labor como enumerador en el Censo de Población y Viviendas 2012.

El más joven participará del proceso hasta el próximo 24 de septiembre, cuando concluirá la actual etapa del Censo, mientras Helio Díaz García, lo hizo en el episodio de 1981. En familia, el padre, ingeniero electricista, transmite a su hijo menor la esencia del momento más trascendental que vive hoy Cuba.

"Los Censos de Población y Viviendas, por su alcance, significado y complejidad, han constituido históricamente la investigación estadística más importante del país, con una altísima incidencia no solo en la sociedad sino en las esferas económicas y de la Educación, entre otras".

Sin abusar demasiado de la memoria, dice, refiere sus vivencias de cuando era estudiante del Instituto Tecnológico Hermanos Gómez, del municipio de Diez de Octubre. "Estaba en el último año del técnico, si no me equivoco, cuando fuimos convocados a participar en el Censo de 1981 en la localidad donde se ubica el centro docente. Como David, recibimos una capacitación, y los profesores y directivos guiaron nuestro trabajo, que realizamos fundamentalmente en horario nocturno".

Pero es evidente, agrega, el salto metodológico y conceptual en el levantamiento y procesamiento de la información relativa al Censo; ahora muy superior a entonces. Sin embargo, "además del acompañamiento tecnológico, que debe facilitar ampliamente la organización y conducción del proceso, creo que el principal protagonista de este evento nacional vuelve a ser la población cubana, quien de forma responsable y entusiasta, siempre está presta a cooperar y ayudar, sobre todo a los jóvenes".

Para David la experiencia familiar ha sido de gran ayuda, aunque confiesa que la preparación recibida durante los primeros días de septiembre en el Instituto Politécnico José Ramón Rodríguez, del municipio de Plaza de la Revolución donde reside, abordó los principales conceptos y términos relativos a la realización del Censo, su objetivo y trascendencia social de manera precisa y clara, y donde cuentan todos los ciudadanos hasta el momento censal del 14 de septiembre.

"Basados en ejemplos concretos, mis profesores y docentes de otras escuelas, nos impartieron las orientaciones necesarias para dirigirnos a los enumerados —siempre portando la identificación y la vestimenta exigida— y para conducir luego la entrevista con respeto y educación".

Asimismo, apuntó que fueron instruidos sobre cada una de las cláusulas del cuestionario, y cómo responder a las posibles inquietudes de los encuestados. "No obstante, contamos también con el volumen Instrucciones al enumerador, un folleto donde podemos consultar y aclarar cualquier duda sobre nuestra labor antes, durante y después del ejercicio censal", precisó mostrando el texto.

Al indagar cómo avanza en el levantamiento de información, se apresuró a contestar que suman más de 60 viviendas censadas, y al instante se corrige: "son exactamente 68 unidades de alojamiento, para hablar con propiedad.

"Nos ubicaron teniendo en cuenta la cercanía a nuestras casas y siguiendo el principio de asignar a cada enumerador un segmento censal. Además, en distintos momentos del día nos reunimos en una empresa de la localidad, donde radica el área de apoyo que nos corresponde, recibimos instrucciones y examinamos junto a los supervisores los cuestionarios completados".

La experiencia de esta familia quizás anticipa la impronta que se espera del Censo de Población y Viviendas 2012, un ejercicio bien organizado, el primero que se desarrolla tras la aprobación de los Lineamientos de la Política Económica y Social de la Revolución, y que pone colofón —hasta el próximo decenio— a la historia censal en Cuba, que archiva recuentos desde 1774.

 

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