Una
nueva intifada (rebelión) fue desestimada hoy aquí por el presidente
palestino, Majmud Abbas, quien admitió que las protestas
antigubernamentales son legítimas y ratificó que pedirá a la ONU el
estatuto de país no miembro.
Medios regionales afirmaron este fin de semana que la Autoridad
Nacional Palestina (ANP) había desistido de la propuesta, a pesar de
que una reunión de cancilleres de la Liga Árabe en El Cairo ratificó
su apoyo, al igual que el presidente egipcio, Mohamed Morsi.
Abbas reveló que a fines de este mes dirá ante la ONU que
"Palestina es un país ocupado".
"Tenemos 133 estados miembros que reconocen al estado palestino
con Jerusalén oriental como su capital, además de decenas de países
con los cuales tenemos buenas relaciones y representación
diplomática".
Asimismo se dijo contrario a los levantamientos armados porque
"sé las consecuencias y cómo afectan a nuestro pueblo", en alusión a
una posible tercera Intifada (rebelión) contra la ocupación militar
por Israel de Cisjordania y la Franja de Gaza.
Exoneró de culpa al primer ministro Salam Fayad, a quien los
manifestantes responsabilizan por la crisis económica en la
Cisjordania: "No hay diferencias entre el Gobierno y yo… Ellos
siguen mis órdenes y yo estoy comprometido con sus recomendaciones".
Disturbios callejeros por el alto costo de la vida, durante los
cuales los manifestantes han quemado neumáticos y bloqueado calles,
se suceden en Cisjordania desde mediados de semana.
Abbas aseguró que Israel y algunos países árabes comparten la
culpa por la crisis económica que atraviesa la ANP, en alusión a los
frecuentes bloqueos por Tel Aviv de los ingresos por impuestos que
deben ser pagados a la ANP y la demora en el depósito de fondos de
apoyo comprometidos por estados petroleros árabes ribereños del
Golfo Pérsico.
En el último ejercicio fiscal el déficit en esas remesas ascendió
a casi 400 millones de dólares, lo que impide pagar los salarios de
los empleados del gobierno autónomo palestino, acorde con fuentes
aquí.