Con todos los recursos humanos y materiales asegurados, el vuelco
que hoy exige la compleja situación reclama, sin duda alguna, una
participación más activa del casi medio millón de habitantes
diseminados en su irregular topografía caribeña.
Según valoraciones de la doctora Carilda Peña García, directora
provincial de Higiene y Epidemiología, esa sólida integración con el
accionar del personal de Salud Pública, se requiere especialmente en
las áreas correspondientes a los policlínicos Julián Grimau, López
Peña, Municipal y 28 de Septiembre.
Esta última cuya demarcación agrupa entre Carretera del Morro y
la popular calle Trocha, barriadas como Vista Hermosa, Versalles,
Van Van, Venceremos, y la mayor parte del litoral de la bahía, fue
visitada por Granma.
Generalmente con niveles de infestación que han motivado duras y
justas críticas de la dirección del Partido y el Gobierno en el
territorio, lo realizado en esa zona es todavía insuficiente para
prevenir enfermedades transmitidas por el peligroso vector.
"La responsabilidad de los problemas afrontados es nuestra
—señala la doctora Jacquelín Baquero Suárez, pese a contar con
apenas dos meses al frente del policlínico—, pues en primer lugar
era insuficiente la labor de los cuadros, estaba incompleta la
fuerza de la campaña, y el trabajo carecía de la calidad necesaria".
"Tales deficiencias —agrega— afectaban el cumplimiento del
horario de labor y los ciclos de vigilancia y la lucha antivectorial,
propiciaban descuido con un elevado número de viviendas cerradas, y
poca profundidad en las inspecciones, entre otras premisas para el
surgimiento de los focos".
Ante esa situación, la nueva directiva encabezó el trabajo al
lado de los operarios por empinadas calles y trillos de difícil
acceso, en lancha o botes por el litoral, para dominar el cuadro
higiénico-sanitario, exigir el completamiento del personal de la
campaña, y apelar al concurso de organismos y organizaciones de
masas.
Si resultó fácil detectar fallas técnicas que fueron sancionadas
debidamente, lo peor estribó en la permanencia del incumplimiento
del autofocal familiar, el vertimiento del abate depositado en
tanques, deficiente saneamiento ambiental, y otras indisciplinas
sociales.
Tania Mesa Charón, bióloga del área, precisa que la eliminación
de esas adversidades impone a los 167 hombres y mujeres de la
campaña, y dirigentes del policlínico, la visita a las 17 mil 828
viviendas y locales, y el diálogo con los 52 mil 315 habitantes
existentes en el área, sobre el riesgo imperante.
De acuerdo con informes correspondientes al actual mes, el rigor
mantenido en el trabajo ha conllevado a la aplicación de más de 100
multas a pobladores por focos en sus casas, deficiente saneamiento
intradomiciliario, vertimiento del abate, tanques sin tapar, y por
negarse a la inspección de la vivienda.
Durante el recorrido con los trabajadores de la campaña Juan
Vinent, Mario León y Geovany Millares, Granma constató en la
barriada Van Van algunas de esas actitudes censurables, en la calle
11 de Vista Hermosa el vertimiento de un drenaje obstruido, el
crítico saneamiento de la loma de calle 10 de Altamira, y un
inconcebible basurero en la Carretera Turística.
Respecto al débil apoyo de los cederistas, la coordinadora
municipal de los CDR, Yanelys Tablada Ramírez, expresó que además de
designar un cuadro para la atención al área, reforzarán el trabajo
con todos los dirigentes.
Por otra parte Teresa Quevedo Santana, secretaria organizadora de
la FMC en el municipio, aseguró que estas áreas demandan la mayor
prioridad de las federadas, ya que dentro de la familia la mujer
interioriza mejor el peligro que representa el Aedes aegypti.
"Por nuestra parte —enfatizó la doctora Jacquelín Baquero—,
sabemos que después de perfilar el trabajo en viviendas y locales,
con la fuerza casi completa, capacitada y familiarizada con su
manzana, es difícil seguir avanzando sin el máximo apoyo de la
comunidad".
El complemento para eliminar el riesgo de transmisión de
enfermedades está en cada familia.