EE.UU.
planea instalar un radar de su sistema asiático de defensa
antimisiles en una isla meridional de Japón, que se sumará a otros
dispositivos que se encuentran en la región y que cubrirá parte del
territorio de China.
El sistema estadounidense de defensa antimisiles cubrirá no solo
el territorio de Corea del Norte, la presunta amenaza invocada para
la creación del escudo antimisiles en Asia, sino también parte del
territorio de China.
Pekín reaccionó a los planes de Washington señalando que "China
siempre ha creído que hay que tratar las cuestiones de la defensa
antimisiles con gran cuidado". Un comunicado del ministerio de
Defensa de China dice: "Abogamos para que todas las partes se
respeten plenamente y tomen en cuenta los intereses de la seguridad
de cada una e intenten realizar la seguridad común basada en el
beneficio mutuo".
Mientras tanto, varios expertos creen que China es el blanco
principal del escudo antimisiles asiático de EE.UU. "No existen
otros países en la región que puedan ser una amenaza para EE.UU. en
este sentido", opina el vicepresidente de la Academia rusa de
Asuntos Geopolíticos, Konstantín Sivkov, quien comentó la situación
al diario ruso Vzgliad. Según Sivkov, "China puede empezar la
producción masiva de misiles balísticos intercontinentales para, a
través del incremento de la cantidad de misiles, asegurar la
superación del sistema de defensa estadounidense".
Washington anunció sus planes de ampliar su escudo antimisiles
instalando los elementos del mismo no solo en Europa, sino también
en Asia y en Medio Oriente. La asesora del Departamento de Defensa
de EE.UU. para los asuntos globales estratégicos, Madeleine Kridon,
comunicó que se podría tratar del territorio de Australia, Japón y
Corea del Sur. Asimismo Kridon señaló que Washington empleará el
mismo "enfoque adaptable", que se realiza por etapas, que EE.UU.
aplica en la creación de su escudo antimisiles en Europa.