Los
civiles están pagando caro el precio por su libertad. En las zonas
'liberadas' por el opositor Ejército Sirio Libre, los sirios no
tienen acceso a los suministros más básicos, como la electricidad o
los medicamentos. Y el personal sanitario que aún permanece para
ayudar a los heridos es muy escaso.
Eso animó a Médicos Sin Fronteras (MSF) a comenzar su proyecto
hace dos meses: nada menos que transformar una vivienda vacía en un
hospital clandestino. Con la colaboración de un grupo de médicos
sirios, varios equipos de la organización consiguieron la
metamorfosis en tan sólo seis días, donde los heridos están siendo
hospitalizados y operados.
Más de 300 pacientes ya han sido tratados en el centro y se han
llevado a cabo más de 150 operaciones. Las condiciones en las que
empezaron a trabajar fueron sumamente difíciles.