QUITO.— El volcán
Tungurahua en los últimos días ha mostrado una actividad eruptiva
considerada entre moderada y alta, con la expulsión de rocas
incandescentes, ceniza y la generación de poderosas explosiones que
motivaron la evacuación espontánea de 110 familias de sectores
aledaños, se informó el martes.
La técnica del Instituto Geofísico, Mercedes Taipe, dijo que en
las últimas horas el coloso andino evidenció "una actividad entre
moderada y alta, hemos registrado fuertes explosiones que se han
escuchado a kilómetros a la redonda. Sigue con la emisión de
columnas de vapor y ceniza que han llegado a 1.5 y hasta 4
kilómetros de altura".
Un sobrevuelo realizado el lunes permitió observar que la caldera
está completamente llena de material incandescente, que
esporádicamente rueda por las laderas, añadió Taipe. "Las caídas de
ceniza continúan en media docena de poblaciones y la posibilidad de
generación de más flujos piroclásticos (de material incandescente)
aún se mantiene".
En las zonas aledañas al volcán los cultivos y la ganadería están
afectados por la ceniza, pero aún no hay estimaciones de las
pérdidas económicas que podrían sufrir los campesinos.
El gobierno invitó a los pobladores a evacuar la zona y dispuso 9
albergues provisionales.
La Secretaria de Gestión de Riesgos señaló que desde el fin de
semana 110 familias evacuaron voluntariamente los sectores más
expuestos.
La actividad eruptiva del Tungurahua se caracteriza por períodos
de actividad fuerte con otras en que casi no da señales de su poder.
Ese coloso de 5,023 metros de altura sobre el nivel del mar está
activo desde 1999.
En julio y agosto del 2006, una erupción del Tungurahua, situado
a unos 135 kilómetros al sureste de Quito, dejó al menos cuatro
muertos, dos desaparecidos, miles de evacuados y daños en extensas
áreas agrícolas como consecuencia de las nubes ardientes que suele
generar.