TEGUCIGALPA, 21 agosto.— Maestros públicos hondureños iniciaron hoy
un nuevo paro progresivo hasta tanto el gobierno resuelva el pago de
los docentes en el tiempo y la cuantía establecida, informó el sitio
Progreso Digital.
Por su parte, el elheraldo.hn escribió que las asambleas de paro
de este martes serán en los municipios, el miércoles en los
departamentos y para el viernes está convocada la parada nacional en
esta capital.
El acuerdo de reanudar las protestas de forma progresiva y
escalonada fue consensuado por el Consejo Consultivo de la
Federación de Organizaciones Magisteriales de Honduras.
Líderes gremiales de los 18 departamentos de la nación acordaron
la víspera agudizar las medidas de presión contra el gobierno,
dirigidas también a demandar la derogación de las impopulares leyes
emitidas sin la consulta con los educadores.
Por acuerdo del gremio magistral siempre que el gobierno incumpla
con el pago de salario el día 20 de cada mes, el 21 tomarían las
calles, informó el presidente del Colegio de Superación Magisterial
Hondureño, Edwin Oliva.
Según Oliva, los profesores en huelga cuentan con el respaldo de
los padres de familia y de los estudiantes de las instituciones
públicas.
En tanto, el presidente de la Asociación de Padres de Familia,
Andrés Martínez, lamentó la crisis educativa que vive esta nación,
la cual va de mentira en mentira, porque no se paga a los maestros.
El gobierno del presidente Porfirio Lobo debe a los educadores
141 millones de lempiras (más de siete millones 221 mil dólares),
según el presidente del Colegio de Profesores de Educación Media de
Honduras, Óscar Recarte.
Esa fuente dijo que la actual conducta del Poder Ejecutivo es una
trampa y un rejuego en el que se trata de culpar a los maestros por
no impartir clases, como si nada justificara sus reclamos en las
calles.
La víspera el mandatario hondureño atribuyó la actual crisis del
sector educativo público a supuestos intereses ajenos que se
entrecruzan con otras agendas.
El reclamo de pago de salarios de los educadores trata de ser
presentado por el mandatario como si fueran pretensiones de los
líderes gremiales ajenas a la educación de los niños.