La nación que siempre quiere ser Number One

DAVID BROOKS

Al celebrar su cumpleaños el pasado 4 de julio, Estados .Unidos es una superpotencia a la que le gusta proclamarse "número uno" en casi todo: desde la retórica oficial a la mitología popular cunde eso de que es el "mejor" país del planeta, el más libre, el más rico, el más avanzado, el más informado, en fin, como reiteró hace poco el presidente Barack Obama, "la nación indispensable en los asuntos mundiales".

Ellos festejaron con una superhamburguesa.

Estados Unidos puede congratularse de ser number one en varios aspectos, pero también en otros que nadie desea celebrar, mucho menos mencionar durante las pasadas fiestas patrias.

Aún es la primera economía del planeta (en tamaño) y, según el índice de desarrollo humano de la Organización de Naciones Unidas, ocupa el tercer lugar (empatado con los Países Bajos) en desarrollo socioeconómico, solo detrás de Noruega y Australia. Para nutrir su mito de que cualquiera puede "hacerla" en este país de oportunidades, puede señalar que aún es el país con el mayor número de millonarios (3,1 millones de 11 millones en total en el mundo, según un informe anual realizado para Merrill Lynch. Otro cálculo es que había cinco millones 263 mil hogares millonarios en el 2011 de los 12,6 millones de hogares millonarios a nivel mundial, según Boston Consulting Group).

También algunos pueden festejar que este país es campeón en muchos otros asuntos; por ejemplo, es número uno en producción de queso (un cuarto de la producción mundial), en consumo de cacao y de petróleo, así como en número de reactores nucleares¼ y el exportador de semen humano más grande del mundo, según Harper’s.

También es "número uno" en cosas que sus publicistas prefieren no ostentar, por ejemplo: más de 2,2 millones de personas en cárceles; tiene más gente enjaulada que el total combinado de 36 naciones europeas. Uno de cada 104 adultos estadounidenses está encarcelado. Uno de cada cuatro reos en el mundo está en una prisión de Estados Unidos (Pew Center on the States). Más de siete millones —uno de cada 33 estadounidenses— están bajo supervisión judicial (presos, con libertad condicional, o en un proceso judicial).

Es el país con la población civil más armada del mundo; tiene la tasa más alta de armas de fuego en manos civiles, con uno de cada cinco estadounidenses como dueño de un arma. Hay casi 300 millones de armas de fuego en manos privadas en Estados Unidos, equivalente a casi un arma por habitante.

Es número uno en gasto militar: Estados Unidos dedica más recursos a sus fuerzas armadas que cualquier otro país: en el 2011 su gasto militar fue de 711 mil millones; el resto del mundo combinado gastó un billón 26 mil millones. De los diez países con los mayores gastos militares del mundo, Estados Unidos representa 41 % (cifras y análisis de SIPRI).

Está batallando para ocupar el primer lugar entre los países más avanzados en nivel de desigualdad económica; ya goza del nivel de desigualdad de ingreso más alto de los 34 países que integran la OCDE. Según cifras de la CIA, Estados Unidos ocupa el número 39 de los países con mayor desigualdad en ingreso familiar (el número uno, Namibia, es el más desigual, y Suecia en el número 136, el más igualitario). Según esto, la superpotencia es más desigual que Camerún, Rusia, Irán, Nigeria y Nicaragua, aunque México le gana en desigualdad, ocupando el lugar 27. El 1 % más rico controla casi 25 % del ingreso nacional, el porcentaje más alto desde 1928, según el Centro sobre Pobreza y Desigualdad.

Tiene el porcentaje más alto de menores de edad en pobreza entre los países avanzados (21 % de los niños).

Padece los costos de salud más altos entre los países más avanzados: representa 17,6 % del PIB y gasta 8 233 dólares per cápita, más de dos veces el promedio de países de la OCDE.

Hay otros rubros en los que Estados Unidos no ocupa el primer lugar, ni de cerca. Por ejemplo: en corrupción en el sector público ocupa el lugar 24 en la lista de percepciones de corrupción compilada por Transparencia Internacional.

Ocupa el lugar 47 en libertad de prensa (le ganan países como Sudáfrica, Ghana, Hungría, España y El Salvador).

Ocupa el décimo lugar en analfabetismo, muy detrás de Cuba, que ocupa el segundo a nivel mundial, según el Programa de Desarrollo de la ONU.

Estados Unidos, pese a ser el campeón mundial en promover la "libertad económica" como valor fundamental universal, solo logra el décimo lugar en ese rubro, según el informe anual de la institución conservadora Fundación Heritage (Hong Kong es el número uno). Peor aún, a pesar de presentarse como campeón del libre comercio, ocupa el lugar 38 en ese rubro, según la misma institución.

Y en términos de derechos civiles, Estados Unidos ocupa el lugar 46 (el más bajo de cualquier país con democracia desarrollada), según el Índice de Democracia 2010 del Economist Intelligence Unit, empatado con Italia, Sudáfrica, Francia y Hungría (Uruguay, Suecia y Canadá, empataron en primer lugar).

Estados Unidos ocupa el undécimo lugar en felicidad, según el Instituto Earth de la Universidad Columbia, un cálculo mucho más serio de lo que su nombre indica, tomando en cuenta diversos factores socioeconómicos (Dinamarca, Finlandia, Noruega y otros ocupan los primeros lugares). Togo aparece como el menos feliz.

Aunque los analistas dicen que en términos objetivos son menos "felices", en una encuesta de Ipsos 28 % de los estadounidenses dicen estar "muy felices", en lo que ocupan el sexto lugar (empatados con Australia). El país menos feliz según el sondeo es Hungría.

A veces ser "número uno" no es algo que hay que celebrar. (Tomado de La Jornada)

 

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