El canciller iraní, Alí Akbar Salehi, aconsejó hoy a países de
Medio Oriente ejercer la prudencia respecto a la crisis en Siria, y
advirtió que cualquier decisión errónea sobre el país árabe tendrá
resultados catastróficos.
No debemos permitir que la situación empeore, pues no sería
beneficioso para nadie, señaló el ministro de Relaciones Exteriores
en una rueda de prensa junto con el enviado especial de la ONU y la
Liga Árabe para Siria, Kofi Annan, antes de que éste concluyera una
visita de varias horas a Teherán.
Irán, puntualizó, reafirma su pleno apoyo al plan de paz de Annan
destinado a poner fin a la crisis siria, pero debe ser implementado
en su totalidad para restaurar la estabilidad, como también propone
el presidente sirio, Bashar Al-Assad.
Esperamos que el señor Annan continúe sus esfuerzos para traer
paz y estabilidad a Siria y la región, añadió el canciller, quien
opinó que al país árabe se le debe dejar en paz decidir en las
elecciones previstas para 2014, y Al-Assad debe quedarse hasta
entonces.
Ningún gobernante es eterno, así que en el caso de Bashar Al-Assad,
hay elecciones presidenciales en 2014 en las que tendremos que dejar
que los acontecimientos tomen su curso normal, comentó el titular.
De acuerdo con Prensa Latina, Salehi instó a todos los países de
la región, así como los medios de difusión del área, a actuar
prudentemente, y advirtió que un paso o decisión equivocada podría
llevar a una catástrofe y sería en detrimento de la región y la
comunidad internacional.
Asimismo, encomió las medidas emprendidas por el presidente sirio
para poner en marcha reformas en Siria y atender las que definió
como legítimas demandas del pueblo, pero lamentó que esos esfuerzos
se han visto socavados por la interferencia extranjera y la
violencia.
Puntualizó que la postura de Teherán es clara: el pueblo sirio
debe disfrutar de derechos civiles básicos como elecciones libres,
multipartidismo, libertad, democracia e independencia, pero la
incidencia foránea multiplica la escalada opositora en aquel país.
A su turno, Annan rechazó cualquier acción destinada a elevar la
militarización de la situación en Damasco, y reconoció que Irán debe
desempeñar un papel en trabajar por una solución a la crisis Siria,
así como un rol positivo en detener la violencia en la nación árabe.
El exsecretario general de la ONU defendió su deseo de que la
República Islámica se involucre en una solución a la crisis,
mientras Salehi lamentó que a su país se le excluyó de las
conversaciones de Ginebra por objeciones de Estados Unidos y la
Unión Europea.
Irán es parte de la solución en Siria, sentenció el ministro de
Relaciones Exteriores, al alabar la neutralidad mostrada por Annan.