La novena marcha de la Confederación de Pueblos Indígenas del
Oriente Boliviano (Cidob) mantiene hoy su vigilia alrededor de la
vicepresidencia, en espera de que se abran las negociaciones con el
Gobierno, indicó Prensa Latina.
Los marchistas, quienes cumplirán mañana dos semanas en esta
capital, mantienen sus tiendas de campaña en las cercanías de la
vicepresidencia, ante la mirada de miles de curiosos que pasan cada
día por el lugar, asombrados por la gran cantidad de niños
involucrados en la velada y hasta por la presencia de algunos
extranjeros.
Desde el enfrentamiento del pasado viernes con la Policía, cuando
los integrantes de la caminata de protesta intentaron entrar a la
Plaza Murillo, todo permaneció en paz en el lugar y los marchistas
se dedicaron a actividades normales.
Mientras unos descansan en sus tiendas de campaña, en las cuales
parece imposible guarecerse de las bajas temperaturas, otros
escuchan música desde unos altoparlantes frente a la alcaldía
paceña, cuyo inquilino considera que el Gobierno de Evo Morales
tiene secuestrados a los indígenas.
Otros preparan alimentos y la mayoría, sentados en las aceras,
custodia algún frasco o caja, con ranuras en la parte superior, en
la cual piden a todo el que pasa que exprese su colaboración
mediante algunas monedas.
Los pequeños insisten ante los curiosos, lo mismo que aquellas
mujeres con niños de brazos, a los cuales exponen a enfermedades,
sobre todo por las bajas temperaturas del presente invierno, las
cuales provocaron ya la muerte de una niña.
A pesar de su actitud aparentemente pacífica, los vigilantes
impiden la entrada de los funcionarios al edificio del segundo del
Ejecutivo, quienes se mudaron a otro sitio después de encontronazos
a comienzos de la vigilia.
Al mismo tiempo, apenas unos metros más arriba, en dirección a la
sede del Palacio de Gobierno y la Asamblea Legislativa, efectivos de
la Policía resguardan la entrada a la Plaza Murillo, custodiada
también por cada una de las otras calles adyacentes.
La víspera, el Gobierno expresó su disposición de dialogar con
los dirigentes de la marcha indígena y dejó en manos de los
corregidores de las comunidades la decisión de la fecha y la sede
del diálogo.
El anuncio, hecho por el ministro de la Presidencia, Juan Ramón
Quintana, permite a algunos soñar con la posibilidad de un acuerdo,
aunque las posiciones del gobierno y los marchistas se encuentran en
polos opuestos.
Los caminantes pretenden la abrogación de la Ley 222 de Consulta
Previa a los habitantes del Territorio Indígena y Parque Nacional
Isiboro-Sécure, mientras el Gobierno asegura que la Constitución
Política del Estado respalda el sondeo.
La encuesta decidirá si se mantiene o no la intangibilidad del
Tipnis y si se construye finalmente la carretera entre Villa Tunari
y San Ignacio de Moxos, por el interior del referido Parque
Nacional.