PL reporta que el abogado Kieran O'Rourke, representante de los
afectados, aseguró que las familias y los niños de los seis
edificios en que se piensan ubicar los artefactos, no quieren
soportar el miedo diario de un accidente con misiles explosivos o un
ataque terrorista provocado por la conversión de esos inmuebles en
objetivos militares.
¿Por qué soportar que sus casas se conviertan en fortaleza del
ejército durante casi dos meses?, preguntó el letrado en su esfuerzo
por detener la aplicación de la medida.
De otro lado, el secretario de Defensa británico, Philip Hammond,
aseguró recientemente que a pesar de las protestas y desafíos
legales de los londinenses, el Gobierno no ha cambiado de parecer
sobre el proyecto.