Sensaciones encontradas quedan en la afición nacional, pues a
pesar de las victorias se sigue pensando que una escuadra
universitaria no puede causar tantos dolores de cabeza a los
principales peloteros del patio, criterios que comparto a medias.
Como primer elemento, y a favor de los cubanos, debo recordar las
credenciales del conjunto norteño, muy joven (promedio de 19,8 años)
pero sobrado de potencialidades y con un notable acumulado de
entradas en sus respectivas campañas colegiales, detalles que
ilustran cuán competitivos pueden ser, aun con menos carretera —en
la arena internacional— que los antillanos.
El elenco comandado por Dave Serrano presentó armas diversas y
efectivas con el madero, mientras el pitcheo exhibió ejemplares no
muy frecuentes en nuestros campeonatos domésticos, lo que dificultó
la puesta a punto de la artillería local, la cual, no obstante,
carburó con 24 anotaciones (sin incluir el último choque), 18 de
ellas después del quinto capítulo.
"Sin ánimos de justificar, la mayoría de estos hombres (los que
no fueron a Nicaragua) han tenido muy poco tiempo de entrenamiento y
aún se encuentran con ciertos volúmenes de carga que le impiden
rendir en condiciones, pero con el transcurso de los juegos se han
visto en ascenso, pues realizaron los ajustes pertinentes", explicó
Jorge Fuentes, jefe del colectivo técnico.
Más allá, necesitan seguir trabajando en la concentración, en pos
de lograr un mayor rendimiento en situaciones cumbres, pues dejaron
31 corredores flotando y de los 21 remolques apenas cinco llegaron
con dos outs en la pizarra.
"Existen deficiencias y somos conscientes de ello. Trabajamos a
fin de pulirlas y el mejor método es jugar, sobre todo si tenemos la
oportunidad de hacerlo ante un rival joven pero muy talentoso, de
muchas perspectivas, con una cantidad de herramientas considerables.
Esperamos lucir mejor en Holanda, será un torneo de constantes
exigencias", enfatizó Fuentes.
Respecto al pitcheo cubano no hay mucho para acotar. Magistral
las aperturas de Yadier Pedroso y Freddy Asiel Álvarez, dos
garantías ante cualquier desafío, y muy esperanzadoras las
actuaciones en función de relevistas de Pablo Millán Fernández,
Yoelkis Cruz y Darién Núñez, imbuidos en la dinámica de Víctor Mesa,
mánager locuaz e inteligente, a quien no se le puede negar su
trascendental faena como motivador.