A pesar del extraordinario esfuerzo realizado por el país para
garantizar la materia prima y los recursos necesarios, destinados a
modernizar las plantas instaladas, aún quedan funcionarios que
prefieren rodar con gomas nuevas, una indiferencia que año tras año
le cuesta elevados montos de divisa al estado.
De acuerdo con las precisiones de Iván Artiles Astelarra, jefe de
operaciones de la fábrica villaclareña, encargada de atender a la
región central de Cuba, entre los incumplidores resaltan las
representaciones del Grupo Azucarero, en las provincias de Matanzas,
Villa Clara y Sancti Spíritus, que ha dejado de entregar más de 450
neumáticos; así como entidades pertenecientes al Ministerio de la
Agricultura de estas dos últimas provincias y de Cienfuegos, que
suman cerca de 350 cascos.
Según Artiles, en la lista de los incumplidores figuran también,
aunque en menor medida, delegaciones de otros organismos, entre los
cuales menciona al MICONS y al MINAL, de la tierra del Yayabo; así
como del SIME, en Cienfuegos, hecho que contrasta con direcciones
territoriales de otros Organismos de la Administración Central del
Estado como el MINBAS, el MITRANS, el MINTUR y Recursos Hidráulicos,
que sí cumplen lo establecido.
En esta, como en otras actividades, vuelve a aflorar el irrespeto
por el contrato, porque todos los cascos dejados de entregar habían
sido pactados con suficiente antelación entre la entidad
villaclareña y las empresas correspondientes.
Ante tales desatinos, a la dirección de la David Díaz Guadarrama,
no le ha quedado otra alternativa que recurrir a los tribunales, los
cuales han dictaminado la obligación de cumplir lo convenido e
indemnizar a la industria, una práctica que debía generalizarse en
muchos lugares a fin de poner orden al problema, reconoció la
ingeniera, Yuliet Gómez Franco, especialista tecnológica de la
entidad.
"Lo más importante sería no tener que demandar a estas 28
entidades, sino que las empresas entregaran en tiempo los cascos,
hecho que significaría un considerable ahorro para la economía,
teniendo en cuenta que por cada 6 700 neumáticos recapados, el país
ahorra un millón de dólares", explicó Yuliet.
¿Por qué desconfiar del recape?
A pesar de los incuestionables beneficios económicos, hay quienes
aún desconfían de la calidad de esta práctica universal, capaz de
devolver a la vida útil a las gomas, siempre y cuando se realice en
el tiempo y los requisitos técnicos establecidos.
Téngase en cuenta que, una vez ejecutado el proceso, si este es
realizado con la tecnología en caliente, habilita al neumático para
rodar otros 45 a 50 mil kilómetros; y de realizarse en frío, pueden
circular otros 90 mil, según explicó Iván Artiles.
La durabilidad del recape no solo depende de nosotros, también
obedece al cuidado del chofer y a la calidad de las vías por donde
circule el vehículo, entre otros fenómenos, reconoce el directivo,
quien explica que la fábrica de este territorio está avalada por la
norma de calidad ISO-9001 del 2008, lo cual constituye una garantía
para el cliente.
A pesar de estos avatares, el pasado año la industria logró
devolver la vida útil a más de 25 mil gomas, y en lo que va del 2012
ha recapado más de 13 mil. Sin embargo, cabría preguntarse cuánto
más pudiera hacer si no rodara tanta indolencia en torno a este
tema.