Un cargamento humanitario procedente de Canadá para Cuba avanza
hoy por territorio estadounidense, tras permanecer bloqueado durante
dos días de forma arbitraria por las autoridades de Washington.
Los activistas superaron las intimidaciones de la aduana
norteamericana sobre el pago de una fianza para autorizar el paso
del lote, el cual llegará al país caribeño como parte de la XXIII
Caravana de Pastores por la Paz, reporta Prensa Latina.
Funcionarios de la aduana detuvieron el camión desde el domingo
pasado en el cruce limítrofe de White Rock-Blaine, en la costa
noroeste de Estados Unidos, y luego de más de cuatro horas le
negaron el acceso sin antes cumplir con sus exigencias.
Pero los caravanistas acamparon frente a la frontera en señal de
protesta hasta que recibieron la víspera el permiso incondicional
para pasar el convoy, consistente en sillas de ruedas, implementos
educativos y deportivos donados por varias ciudades y comunidades de
la provincia de Columbia Británica, de Canadá.
Nos negamos a pagar ninguna fianza porque transportamos ayuda
humanitaria y no bienes comerciales. Es una cuestión de principios",
declaró Janine Solanki, organizadora de la iniciativa, al diario
canadiense The Province.
Según Solanki, el grupo también rechazó el bloqueo económico,
financiero y comercial que Estados Unidos mantiene contra Cuba por
más de medio siglo, con daños superiores a los 975 mil millones de
dólares.
La comunidad internacional ha condenado y exigido el
levantamiento inmediato de esa medida coercitiva durante 20 años
consecutivos ante la Asamblea General de la ONU.
El año pasado los caravanistas canadienses enfrentaron
imposiciones similares de la guardia fronteriza en White Rock-Blaine,
pero pudieron ingresar a suelo estadounidense exento de fianza.
Pastores por la Paz es una iniciativa creada en 1992 por el
fallecido reverendo norteamericano Lucius Walker, para llevar a Cuba
asistencia humanitaria y medicinas en camiones escolares amarillos,
sin pedir autorización ni licencia a las autoridades federales.