Diseñado sobre la base de un tractor común fabricado en la
desaparecida URSS, el ingenio posee ruedas metálicas para el
desplazamiento por las vías férreas. Además, está dotado de un
mecanismo hidráulico, devenido pivote sobre el que gira una vez
detenido, lo que le permite invertir la dirección del movimiento.
Posee, según detalla Eric, un compresor para suministrar aire a
los sistemas de freno de los coches ferroviarios, lo cual
proporciona seguridad durante los desplazamientos.
"Es ideal para talleres medianos. Aquí lo empleamos en los
movimientos internos de las casillas en desuso que recibimos y
convertimos en coches de pasajeros, así como en comedores,
dormitorios y almacenes móviles".
Recomienda mirar hacia las ventajas económicas de su uso: "Lo
conduce un operario y consume poco combustible; tenemos experiencias
de trabajar una semana con 20 litros. En fin, puede sustituir el
empleo de una locomotora que tiene una tripulación de cinco hombres
y en ocho horas gasta 250 litros de diésel.
"Al mismo tiempo, nos evita pagar el alquiler de las locomotoras,
fijado en 80 pesos por hora de acuerdo con la tarifa vigente.
También nos ahorramos el tiempo invertido en estas gestiones y,
sobre todo, la inseguridad en obtener el servicio, siempre sujeto a
la disponibilidad de los equipos".
Por las posibilidades que ofrece, el Loco-Tractor ha vuelto a
llamar la atención de directivos del sector del transporte, y el
"espécimen" salvado en el Taller Ferroviario de Antilla fue enviado
a la Empresa 60 Aniversario de la Revolución de Octubre, en las
cercanías de la ciudad de Holguín, donde ingenieros y otros
especialistas en construcción de maquinarias "le tomaron las
medidas", con vistas a fabricar un prototipo todavía pendiente del
proceso de contratación.
"Cada acción en la que interviene este equipo nos confirma que
valió la pena traerlo desde Cienfuegos, destrabarle la cadena y
otros mecanismos y ponerlo a funcionar", asegura Eric, quien con
cordura y preocupación por el buen desempeño económico de su
colectivo demostró que "locos" están quienes dieron la espalda a la
inconfundible y útil máquina.