El periodista australiano Julian Assange, quien solicitó en
Londres asilo político esta semana a Ecuador, denunció que varios de
sus excolaboradores son abordados por oficiales estadounidenses,
señala hoy la prensa ecuatoriana.
Según el fundador de Wikileaks, sus compañeros han sido retenidos
en aeropuertos para interrogarlos o detenerlos de manera ilegal y
pedirles de paso que se conviertan en informantes, refiere este
viernes el diario El Telégrafo.
El rotativo cita la primera entrevista de Assange a la prensa
desde que ingresó a la misión diplomática de este país suramericano
el martes último, y en la cual denunció que su solicitud del estatus
de asilado se debe a las pretensiones de Estados Unidos de pedir su
extradición.
Expuso que sus temores se fundamentan en que una vez llevado a
Suecia, donde es requerido por una investigación sobre supuesto
abuso sexual considerada por él como un pretexto, sea trasladado a
territorio estadounidense.
Assange reveló a la Radio ABC de Australia la existencia de un
portafolio legal con más de 48 mil páginas del buró federal de
investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés) sobre la filtración
de documentos del Departamento de Estado donde se menciona su nombre
y el de la organización WikiLeaks.
Dijo, además, que en el juicio contra el soldado Bradley Manning,
quien entregó la información que publicó WikiLeaks, se hacen varias
menciones hacia los fundadores y operadores del portal informativo.
Según esos datos, estas personas, entre las que está incluido él,
podrían ser susceptibles de un proceso legal por parte de un gran
jurado que se ha formado secretamente en Estados Unidos.
Assange, refiere el periódico ecuatoriano, expuso que analizó con
varios abogados la posibilidad de requerir ayuda al gobierno de
Ecuador, basado en el buen trato recibido aquí por el trabajo de su
fundación.
De acuerdo con Prensa Latina, en sus declaraciones desmintió al
periodista sobre una supuesta falta de libertad de expresión en este
país y afirmó que este país más bien es defensor de las libertades y
del libre acceso de los ciudadanos a la información, que es lo que
WikiLeaks realiza.
El Telégrafo añade que el australiano de 40 años prosigue en la
misión ecuatoriana en Londres a la espera de una resolución del
Gobierno nacional a su petición de asilo.
En Quito, el exvicecanciller Kintto Lucas dijo a una radio local
que Ecuador debería concederle la petición a Assange por razones
políticas y humanitarias.
A su regreso de la Cumbre Río+20, el presidente Rafael Correa
afirmó que se analiza el pedido de asilo político hecho por el
periodista australiano y también consideró extraña la naturaleza de
los cargos imputados a éste.
"Todo el mundo sabe que él es un luchador por la libertad de
expresión sin límites", aseveró Correa.
Manifestó que Ecuador rechaza la pena de muerte, por lo que no
podría arriesgar a una persona que ha solicitado asilo, más aún por
delitos políticos, a que enfrente esa posibilidad.
No podemos aceptar que haya una persecución política por las
ideas expresadas por Assange, y si ha cometido una infracción legal
en cuanto a los Wikileaks, que se presenten esos cargos, enfatizó.