La llamada Gran Recesión económica perjudicó en números
quintuplicados a las minorías étnicas en Estados Unidos con respecto
a la comunidad anglosajona, confirmó hoy un reporte del Buró
Nacional del Censo (BNC).
El congelamiento industrial que siguió a la crisis financiera de
2008 amplió en varios dígitos la diferencia en cuanto a bienestar
social que ya existía entre blancos por un lado, y asiáticos,
hispanos y negros en el norteño país.
Los ingresos promedios de las familias blancas estadounidenses
son 22 veces más altos que la misma estadística en hogares
afronorteamericanos, con un diferencia de 110 mil 729 dólares
anuales por cuatro mil 995 para los negros, señaló Prensa Latina.
El desbalance es significativo también en el caso de los
hispanos, donde la media de dividendos familiares calculada dio
siete mil 424, una desventaja de 15 por uno con respecto a los
blancos.
Los asiáticos gana unos 69 mil 590 dólares anuales e igualmente
quedaron lejos de la marca para el primer grupo poblacional, indica
el informe del BNC.
En 2005 los blancos ganaban 12 veces más que los negros
estadounidenses y ocho veces más que los hispanos, en el último
lustro la Gran Recesión vino a exacerbar este desequilibrio social
en la considerada más grande economía del mundo.
Una de las causas de esta tendencia es que la crisis hipotecaria,
el colapso del sector inmobiliario y de los llamados préstamos
subprimes, más la implosión del mercado real, afectó sobre todo al
oeste y sur de Estados Unidos, hogar preponderante de estas
comunidades.
En Estados Unidos, la crisis -cuyo peor ciclo fue 2007-2009-
destruyó 3,6 millones de puestos de trabajo. El total de desocupados
quedó en 11,6 millones luego que corporaciones como Microsoft,
Boeing, Caterpilar, o Home Depot despidieran a casi 200 mil
asalariados en 2009.
En mayo último solo se crearon 69 mil nuevas posiciones de
empleo, un ritmo más que insuficiente para compensar la cadencia
lenta del crecimiento económico y la desocupación nacional, en una
tasa oficial de 8,2 por ciento.