La Conferencia de las Naciones Unidas sobre Desarrollo
Sostenible, Río+20, concluirá hoy con la aprobación del documento
final, criticado por muchos de los mandatarios asistentes y
considerado por otros como el mejor posible, señaló Prensa Latina.
El texto final fue resultado de un consenso alcanzado entre los
negociadores el martes pasado, un día antes del inicio de la sesión
de alto nivel, y recibió fuertes críticas de ambientalistas y de
entidades de la sociedad civil que lo tildaron de poco ambicioso,
frustrante y decepcionante.
El documento puede ser modificado por los jefes de Estado y o
Gobierno presentes en la Cumbre, para incorporarle algunas de las
reivindicaciones de esas organizaciones defensoras del medio
ambiente e, incluso, de algunos mandatarios.
Amigos de la Tierra Internacional, una de las mayores
organizaciones ambientalistas de base del mundo, aseveró que el
texto final de la Río+20 "es un atentado a los pueblos, porque es un
documento vacío, sin alma y sin compromisos concretos con el medio
ambiente y el desarrollo sostenible".
Pero, funcionarios de la Organización de las Naciones Unidas y
del país anfitrión han reiterado que el texto aprobado por los
negociadores y que fue presentado por Brasil ante el fracaso de tres
citas del Comité Preparatorio es el mejor posible, porque logró el
consenso entre los diferentes países participantes en su discusión.
Para buena parte de los críticos al texto le falta el compromiso
de los países ricos con el financiamiento de las acciones del
desarrollo sostenible, y otros lamentan no haber conseguido elevar a
la categoría de agencia independiente al Programa de las Naciones
Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma).
Asimismo, condenan el rechazo de Estados Unidos, Canadá y la
Unión Europea a la iniciativa del G77+China de crear un fondo anual
de 30 mil millones de dólares para promover el desarrollo
sostenible. Para esa postura, esas naciones alegaron la actual
crisis económica que enfrentan.
Al intervenir ayer en la Cumbre, el presidente cubano, Raúl
Castro, denunció que "la parálisis de las negociaciones y la falta
de un acuerdo que permita detener el cambio climático global son un
nítido reflejo de la falta de voluntad política y la incapacidad de
los países desarrollados para actuar conforme a las obligaciones que
se derivan de su responsabilidad histórica y su posición actual".
Esto se ha puesto de manifiesto en esta reunión, a pesar del
enorme esfuerzo que ha hecho Brasil y que le agradecemos, subrayó el
mandatario cubano.
Raúl Castro llamó a dejar las justificaciones y egoísmos y buscar
soluciones, porque esta vez todos, absolutamente todos, pagaremos
las consecuencias del cambio climático.
Por su parte, el mandatario boliviano, Evo Morales, fustigó la
denominada economía verde como un nuevo mecanismo de sometimiento de
los pueblos y a los gobiernos anticapitalistas, y como el
capitalismo promueve la privatización y la mercantilización de la
biodiversidad y el negocio de los recursos genéticos.
"El ambientalismo del capitalismo es un nuevo colonialismo de
doble partida, es un colonialismo de la naturaleza al mercantilizar
las fuentes naturales de la vida, y es un colonialismo a los países
del sur que cargan la responsabilidad de proteger el medio ambiente,
que es destruido por la economía capitalista industrial del norte",
exaltó.
El presidente de Ecuador, Rafael Correa, demandó a los países
desarrollados asumir una responsabilidad diferenciada ante la
problemática medioambiental, al ser los mayores contaminantes de la
atmósfera.
Acotó que ahora que están de moda los salvamentos bancarios
multimillonarios, es hora de hablar de salvamentos ambientales, que
es la base de este concepto de responsabilidad común, pero
diferenciada.