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Estamos urgidos de un cambio trascendental
Aseguró el General de Ejército Raúl Castro Ruz,
en el discurso pronunciado este jueves durante el segundo día de
trabajo de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Desarrollo
Sostenible Río+20
YAIMA PUIG MENESES
RÍO DE JANEIRO, Brasil.—"Cuba aspira a que se impongan la
sensatez y la inteligencia humana sobre la irracionalidad y la
barbarie". Fueron estas las palabras finales del discurso
pronunciado por el General de Ejército Raúl Castro Ruz, Presidente
de los Consejos de Estado y de Ministros, durante el segundo día de
sesiones de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Desarrollo
Sostenible Río+20.
Raúl
conversa con Luiz Inácio Lula da Silva. foto: estudios revolución
Dejemos las justificaciones y egoísmos y busquemos soluciones,
fue un justo reclamo realizado por el General de Ejército en la
mañana de este jueves. Igualmente, enfatizó que todos, absolutamente
todos, pagaremos las consecuencias del cambio climático, incluidos
los Gobiernos de los países industrializados.
"La única alternativa es construir sociedades más justas,
establecer un orden internacional más equitativo, basado en el
respeto al derecho de todos; asegurar el desarrollo sostenible a las
naciones, especialmente del Sur, y poner los avances de la ciencia y
la tecnología al servicio de la salvación del planeta y la dignidad
humana", señaló.
Palabras muy bien acogidas entre los participantes y en las
cuales también resumió muchas de las ideas expuestas con
anterioridad por varios mandatarios o representantes de países en
desarrollo. Acciones concretas fue el reclamo común de la mayoría de
las delegaciones, sin embargo, dos décadas después de la Cumbre de
la Tierra, muy poco se ha hecho de forma general en el planeta para
ello.
En la tarde del propio jueves, el Presidente de los Consejos de
Estado y de Ministros se reunió con el Presidente de Turkmenistán,
Gurbanguly Berdimujamédov; los primeros ministros de Rusia y Nepal,
Dmitri Medvedev y Baburam Bhattarai, respectivamente; así como con
el vicepresidente de Angola, Fernando da Piedade Dos Santos, con
quienes intercambió sobre el estado actual de las relaciones
bilaterales y otros temas de carácter internacional, especialmente
el desarrollo de esta Cumbre Río+20.
Más adelante, el General de Ejército también sostuvo encuentros
con Rafael Correa y José Carlos Fonseca, presidentes de Ecuador y
Cabo Verde, respectivamente, y además, con el vicepresidente de
Seychelles, Danny Faure.
Casi al final de la tarde, se produjo un emotivo encuentro entre
dos grandes y viejos amigos, cuando Raúl visitó al expresidente
brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, en el hotel en que este se
hospeda en la ciudad de Río de Janeiro. Luego del entrañable abrazo,
ambos mantuvieron una amena conversación sobre disímiles temas de
interés.
PRECISAMOS MAYOR VOLUNTAD POLÍTICA
Hace veinte años, un gran sabio, Fidel Castro, dijo en este mismo
lugar: "Desaparezca el hambre y no el hombre"; "Páguese la deuda
ecológica y no la deuda externa", recordó en su discurso durante las
sesiones de la Cumbre el Presidente de Bolivia Evo Morales Ayma. Y
tenía mucha razón —aseguró. "Ahora sentimos que nuestra deuda es
impagable".
Durante su intervención, el mandatario boliviano también se
refirió al controvertido concepto de economía verde, al cual
calificó como el nuevo colonialismo para someter a los pueblos y a
los Gobiernos anticapitalistas y antimperialistas. Es importante
pensar de verdad en las futuras generaciones, dijo, al tiempo que
resaltó que eso solo es posible acabando con el sistema capitalista,
pues en él no está la solución de nuestros problemas.
Por su parte, Rafael Correa, Presidente de Ecuador, señaló que
aun cuando se ha hablado mucho de responsabilidades comunes pero
diferenciadas, no todos comprenden verdaderamente la significación
de ese principio. "Todos somos responsables de cuidar el planeta y
del daño. Pero hay mayores responsabilidades de parte de algunos
actores y ciertos países", precisó.
El compromiso de unos pocos Gobiernos no es suficiente, sobre
todo si, tal y como reconocieron varios mandatarios durante sus
intervenciones, el accionar en este sentido está carente de voluntad
política, un elemento clave para que verdaderamente funcionen los
acuerdos, principios o proyectos propuestos durante tantos años.
Creadas están las bases, desde hace años, para alcanzar un
verdadero desarrollo sostenible. Así lo han demostrado incluso las
intervenciones de la mayoría de los mandatarios o jefes de
delegaciones en la Cumbre.
No obstante, ante la necesidad de modificar patrones de
producción y consumo insostenibles, los países desarrollados
constantemente evaden el hecho de que el cambio tiene que comenzar,
precisamente, por ellos mismos, que durante siglos han saqueado los
recursos naturales del Sur y depredado el medio ambiente.
Se trata, ante todo, de una obligación moral y justa. Ni
mecanismos aleatorios del mercado, ni políticas neoliberales
conducirán a ningún país a un verdadero desarrollo sostenible. Para
ello urge, en primer lugar, lograr una distribución más equitativa
de los recursos y las riquezas, y al mismo tiempo, desarrollar un
profundo sentido de solidaridad mundial con los más vulnerables.
Es ese el mejor legado que podríamos dejarle a las generaciones
futuras. |