ASUNCIÓN, 21 junio.— Cientos de paraguayos comienzan a abarrotar
la Plaza de la Democracia situada frente al Congreso Nacional,
instancia que acaba de aprobar un juicio político al presidente
Fernando Lugo, que permitiría destituirlo en apenas 24 horas.
La manifestación es muestra de la tensa situación política que
vive hoy Paraguay.
Manifestantes contra la medida adoptada por los parlamentarios
constituyen la mayoría de las personas allí congregadas, mientras un
número más reducido perteneciente al Partido Liberal Auténtico,
ahora opositor, se mantiene en el lugar defendiendo la actuación de
los congresistas.
Choques verbales hicieron que la Policía Nacional interviniera
dividiendo con sus efectivos el territorio para evitar incidentes
mayores. La operación se realizó con parte de los cientos de agentes
que, sin armas de fuego, custodian el lugar.
Fuera los congresistas, Abajo el golpe parlamentario, No queremos
una dictadura parlamentaria, son los principales lemas que esgrimen
los partidarios de Lugo, cerca de mil personas.
En realidad, las previsiones de la policía se adoptan pensando
especialmente en la anunciada llegada al lugar de algunos miles de
campesinos provenientes de la localidad Curuguaty, a unos 240
kilómetros de aquí que, según se asegura, decidieron unirse a
quienes repudian la maniobra política contra Lugo.
Curuguaty fue el escenario del choque el pasado viernes entre
policías y campesinos ocupantes de tierras pertenecientes a un
latifundista con el saldo de seis agentes y 11 labriegos muertos y
decenas de heridos.
Otros manifestantes anunciaron que se encuentran en camino desde
la ciudad de Encarnación a menos de dos horas de viaje de esta
capital, quienes también desean unirse a las protestas contra lo
calificado por ellos como golpe de Estado.