Los ecuatorianos se mantienen hoy a la expectativa por la
respuesta que deberá dar el Gobierno al pedido de asilo político
hecho el martes por el fundador de Wikileaks, Julian Assange.
En las últimas horas el presidente Rafael Correa afirmó desde la
ciudad de Río de Janeiro que su gobierno se tomará el tiempo
necesario porque analiza seria y responsablemente la solicitud de
Assange.
Cables fechados en Australia señalan que los medios de prensa en
ese país señalan que Ecuador expresará este jueves su decisión
respecto a la demanda del periodista de 40 años.
Correa dijo al canal televisivo Telesur que Assange escogió a
Ecuador para hacer su petición porque este es un territorio de paz,
donde no está estipulada la pena de muerte y existe el derecho al
debido proceso.
Precisó que se tomarán el tiempo necesario para tomar la
decisión, una vez que se complete el análisis del requerimiento,
mientras Assange se encuentra en la misión ecuatoriana en Londres y
continuará allí bajo protección del gobierno de Ecuador.
Correa manifestó que el asilo político es una figura en el
derecho internacional y todo país tiene la facultad de concederlo
como parte de su soberanía.
Durante la jornada anterior, la embajadora de Ecuador ante el
Reino Unido, Anna Albán, expresó su satisfacción por el
pronunciamiento de Londres de trabajar con Ecuador a fin de
encontrar una solución al caso.
He dejado en claro que estoy disponible para reunirme con
representantes del gobierno del Reino Unido en cualquier momento, de
manera que podamos encontrar una solución justa y equitativa a esta
situación, precisó.
La diplomática enfatizó que no es intención de su Estado de
interferir con los procesos en el Reino Unido o en Suecia, y
describió que fueron cordiales las discusiones con los
representantes de la Oficina de Relaciones Exteriores y de la
Commonwealth.
Remarcó, sin embargo, que la solicitud de Assange será evaluada
por el Ministerio de Relaciones Exteriores de Ecuador y la decisión
tendrá en cuenta la larga y bien establecida tradición de apoyar a
los derechos humanos. El periodista australiano dio ese paso en su
defensa cinco días después de que el Tribunal Supremo del Reino
Unido rechazara reabrir su caso y diera luz verde a su extradición a
Suecia por supuestos delitos sexuales.
En la comunidad internacional existen temores de que una vez en
Estocolmo, el fundador de WikiLeaks sea entregado a Estados Unidos
para ser juzgado por traición debido a la divulgación de los cables
diplomáticos reveladores de los complots de ese país para mantener
su hegemonía, señaló Prensa Latina.