El Clásico en la mirilla

Aliet Arzola Lima

Hace una semana, Estados Unidos anunció al experimentado manager Joe Torre como timonel de su selección en el Tercer Clásico Mundial. Todavía faltan nueve meses para el importante certamen, pero algunas naciones —no solo la norteña— ya tienen designados a los hombres que escogerán a sus baluartes y llevarán las riendas de las novenas en marzo próximo.

Foto: Ricardo López HeviaEn algunos topes internacionales se pueden probar a hombres sin experiencia y darles descanso a los habituales de la selección.

Por ejemplo, Venezuela tendrá por tercera vez consecutiva a Luis Sojo; con Puerto Rico estará Edwin Rodríguez; mientras Rick Rentería y Félix Fermín suenan para entrenar a México y República Dominicana, respectivamente.

Jugadores como tal, ninguno se ha nombrado más allá de las especulaciones y sueños de aficionados y los propios estrategas, pero, precisamente, estos —los ya designados— tienen mucho margen de tiempo a fin de establecer un plan de trabajo y estudio sobre quiénes serán los más indicados para conformar equipos fuertes, así como las variantes en caso de que alguno no sea autorizado por sus organizaciones de Grandes Ligas.

En Cuba, la idea de nombrar un manager a nueve meses del Clásico parece improbable, a pesar de ser lo más prudente. Me explico: se puede entregar el comando del futuro equipo a un hombre que no dirija en nuestra Serie Nacional, que se dedique, a tiempo completo, a evaluar el rendimiento de potenciales miembros del elenco.

Esta figura tendría, además, libertad para decantarse por la estructura de su novena según las tácticas planificadas, y sobre esa base, seleccionar a los peloteros que mejor puedan poner en práctica las estrategias.

Por supuesto, algunos nombres se supone entrarán de seguro en el plantel, pero los otros, ¿cómo y dónde se prueban? Coincidimos en que nuestro campeonato no puede constituir el único examen para un pelotero que defenderá los colores cubanos en el Clásico, deben al menos tener una experiencia internacional en la cual hayan mostrado credenciales.

Para eso, es imprescindible darle juego a la mayor cantidad de hombres posibles en topes al estilo del que acontece por estos días en Nicaragua, o al venidero con Estados Unidos. En esos choques, aparentemente sin importancia, muchos deberán demostrar que tienen madera para empeños mayores.

 

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