Policías y soldados de Egipto multiplicaron hoy su presencia
alrededor de dependencias oficiales en previsión del anuncio de los
resultados de las elecciones presidenciales, sujetos al análisis de
más de 400 denuncias de supuestas irregularidades, indicó Prensa
Latina.
Los principales edificios del gobierno y el Estado en El Cairo se
mantienen protegidos por cordones de efectivos antimotines,
particularmente la sede del parlamento, a la cual se mantiene vedado
el acceso a los diputados de la cámara baja recientemente disuelta.
De acuerdo con testigos, las autoridades establecieron retenes
militares en varios puntos de la carretera El Cairo-Alejandría, lo
que hizo recordar a muchos conductores las escenas que vivió Egipto
en 2011 durante los 18 días de revueltas que derrocaron a Hosni
Mubarak.
El jefe de seguridad en la provincia de Suez, Adel Refaat,
declaró a medios locales que unidades del Ejército están en alerta
allí para defender firmemente todas las instituciones públicas y
estaciones de policía, además del canal intermarítimo de igual
nombre.
Analistas prevén una situación altamente conflictiva en el país
debido a que los dos candidatos que disputaron la presidencia en
segunda vuelta, el islamista Mohamed Morsy y el exprimer ministro
Ahmed Shafiq, reivindican haber logrado la mayoría de votos.
Mohamed Ghozlan, portavoz de la Hermandad Musulmana, que avaló la
postulación de Morsy, advirtió sobre una peligrosa confrontación
entre la población que apoya al dirigente islamista y el Ejército,
si la Corte Suprema Electoral (CSEP) declara nuevo presidente a
Shafiq.
Un grupo de jueces independientes que monitoreó las dos jornadas
de votación y el escrutinio aseguró que el ganador de los comicios
presidenciales es Morsy.
Entretanto, crece la duda sobre la posibilidad de que se cumpla
el calendario previsto para conocer mañana los resultados
definitivos, dado que la instancia electoral está analizando
puntualmente unas 400 apelaciones de ambos contendientes por
supuestas violaciones de la ley.
Según explicó el jefe de la CSEP, Farouq Sultan, primero
examinarán y decidirán sobre las casi 400 quejas, y luego harán
público el resultado, de ahí que ese proceso podría aplazarse
incluso un día.
El equipo de campaña electoral de Shafiq presentó 147
apelaciones, básicamente acusando a la Hermandad Musulmana de
manipular la votación a favor de Morsy en las provincias de Fayoum,
Minya, Beni Suef y Qena.
Concretamente, un abogado del exmilitar documentó quejas contra
los resultados de 241 colegios electorales debido a que
presuntamente los islamistas premarcaron un millón de boletas para
ayudar a su candidato.
Morsy y sus partidarios negaron tales imputaciones y, a su vez,
hicieron 140 denuncias, de las cuales la CSEP ya aceptó 100.