El gobierno boliviano decretó hoy la nacionalización de la
empresa minera Colquiri, propiedad hasta ahora de la compañía Sinchi
Huayra, filial de la suiza Glencore, que explota varias minas en el
país.
El decreto de nacionalización fue firmado por el vicepresidente
Alvaro García Linera, luego de un acuerdo alcanzado por el Gobierno
con los cooperativistas de la región y los mineros asalariados.
Para vicemandatario, también presidente de la Asamblea
Legislativa, "la nacionalización de los recursos naturales es la
base material de la soberanía. Sin nacionalización no hay soberanía,
lo que hay es sentimiento patrio".
"La soberanía es cuando el pueblo decide su destino, su futuro,
sin pedir permiso a patrones ni a poderes externos", recordó.
El decreto de nacionalización establece que la Corporación Minera
de Bolivia será la encargada de la administración del centro minero,
así como del arrendamiento a los cooperativistas de la veta de
Rosario, una de las tantas de la región de Colquiri.
Al mismo tiempo, se establece que en los próximos 120 días se
determinará la suma que se pagará a Sinchi Huayra por la maquinaría
e insumos, los cuales pasan a manos de la empresa estatal.
La víspera, la Corporación Minera de Bolivia adelantó que prepara
una inversión de 56 millones de dólares para el yacimiento de
Colquiri, aunque advirtió que solo iniciaría la erogación del dinero
cuando cesaran las disputas entre el Gobierno y los cooperativistas.
La nacionalización de la referida compañía sigue a un proceso
similar contra la Empresa Transportadora de Energía, filial de la
española Redes Eléctricas, incautada el pasado 1 de mayo por un
decreto gubernamental, destacó Prensa Latina.