Congresistas republicanos amenazaron con activar hoy una moción
de desacato contra el fiscal general de Estados Unidos, Eric Holder,
cada vez más comprometido en las investigaciones por la Operación
Rápido y Furioso.
Se trata de una de las sanciones más fuertes del Capitolio contra
una personalidad política, que supuestamente está obstruyendo de
forma deliberada el trabajo del pleno legislativo o uno de sus
comités, pero no acarrea la destitución del funcionario.
La acción contra Holder fue confirmada por los diputados Darrell
Issa y Charles Grassley, bajo el argumento de que el Secretario de
Justicia retiene arbitrariamente documentos clave para la indagación
federal.
Issa, representante por California que preside el Comité de
Reformas y Supervisión Gubernamental, indicó que el Fiscal General
tiene hasta este miércoles para entregar los archivos solicitados o
de lo contrario la comisión especial del Congreso emitirá su
dictamen.
Para evitar el veredicto, Holder negoció la víspera sin éxito con
líderes partidistas opositores en la Cámara de Representantes, y
recordó que su oficina ya descubrió un amplio lote de datos ante las
exigencias parlamentarias.
El Departamento de Justicia proveyó al Comité Judicial del Senado
unas siete mil páginas de textos, pero Issa recordó que los
requerimientos hablan de 80 mil documentos que deberían estar en
manos del Congreso.
Una organización que representa a los agentes fronterizos en
Estados Unidos pidió también una medida contundente de la Corte
Suprema que concluya con la remoción del fiscal Holder.
El Secretario de Justicia es considerado principal responsable
por la Operación Rápido y Furioso, debido a la cual unas dos mil
armas de fuego fueron traficadas hacia México con la polémica
justificación de rastrear el camino hacia los tenedores finales.
En un comunicado público, el Concilio de la Patrulla Fronteriza y
varios congresistas republicanos recordaron que esta operación
provocó la muerte de al menos dos ciudadanos estadounidenses y una
discrepancia política con el vecino país latinoamericano.
Holder ha recalcado que no renunciará a menos que se lo pida el
presidente Barack Obama, intentó deslindar responsabilidades en la
controversia y dijo que colaborará con material desclasificado para
que autoridades pueden completar sus conclusiones.
Hace un año trascendió que agentes federales de Estados Unidos
permitieron desde 2009 que miles de armas ilegales compradas en
Arizona y otros estados sureños circularan libremente hacia
territorio mexicano, advirtió Prensa Latina.