El pasado 12 de junio, la Oficina de Control de Activos Extranjeros
del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos (OFAC, por sus
siglas en inglés), anunció la imposición de una multa por 619
millones de dólares a la institución bancaria holandesa "ING Bank".
El Gobierno de Estados Unidos sancionó unilateralmente al banco
ING por tramitar, de conjunto con sus subsidiarias en Francia,
Bélgica, Holanda y Curazao, transacciones financieras y comerciales
de entidades cubanas, prohibidas por la criminal política de bloqueo
contra Cuba.
Esta es la mayor multa impuesta por la OFAC en toda su historia,
por alegadas violaciones de los regímenes de sanciones unilaterales
vigentes contra diversos países.
Al anunciar esta medida, el director de la OFAC, Adam Szubin,
utilizó un lenguaje amenazante e irrespetuoso, y puso en evidencia,
una vez más, el carácter extraterritorial e injerencista de la
política estadounidense al señalar que: "Nuestras sanciones reflejan
los principales intereses de seguridad nacional y de política
exterior de Estados Unidos, y la OFAC las aplica agresivamente. El
anuncio histórico de hoy debería servir como una clara advertencia a
cualquiera que considere aprovecharse de evadir las sanciones de los
Estados Unidos".
El Gobierno de Cuba denuncia ante el mundo este nuevo atropello,
que constituye una burla al reclamo universal para que los Estados
Unidos pongan fin a su política de bloqueo contra Cuba.
La Habana, 20 de junio de 2012