El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef)
calificó de grave y alarmante el trabajo infantil en Mozambique,
donde estima en más de un millón los menores sometidos a ese
régimen.
La Unicef describió preocupante la situación de estos niños, con
edades comprendidas entre los siete y 17 años, al revelar aquí un
informe como parte de las conmemoraciones por el Día Mundial contra
el Trabajo Infantil.
De acuerdo con el organismo internacional, el 15 por ciento de
los infantes que trabajan sufrieron algún tipo de enfermedad o
lesiones en el trabajo, principalmente en la agricultura, ganadería,
caza y pesca.
Asimismo, el 82 por ciento de los menores que están en el mercado
de trabajo están obligados a laborar para aumentar los ingresos y
ayudar a la familia.
Para detener esta práctica, el Fondo de las Naciones Unidas para
la Infancia exhortó al gobierno a reforzar la inspección del
trabajo, a fin de garantizar la aplicación efectiva de las leyes
relativas al trabajo infantil, tanto en el sector formal como en el
informal.
En tal sentido, pidió a Mozambique definir la lista de puestos de
trabajo y ocupaciones ligeras menos peligrosas, para determinar
aquellas labores que los menores entre 15 y 18 años están
autorizados a realizar.
La clave para la prevención del trabajo infantil es asegurar que
todos los niños asistan a la escuela y tengan una educación de
calidad, subrayó la Unicef.
Consideró que la solución a largo plazo radica en el crecimiento
económico, el alivio a la pobreza y la educación universal.
Según reporte de Prensa Latina, el organismo mundial remarcó
sobre la necesidad de alertar y sensibilizar a la sociedad acerca de
los efectos nocivos del trabajo infantil, una de las medidas
esenciales, estimó, para la abolición del trabajo forzoso.