La pobreza y la baja escolaridad de los padres constituyen las
principales causas del trabajo infantil en Brasil, afirmó hoy Isa
Oliveira, secretaria ejecutiva del foro nacional de prevención y
erradicación de ese flagelo.
"El trabajo infantil reproduce la situación de pobreza y baja
escolaridad en la cual están sumidos los padres de esos menores",
aseveró Oliveira, de acuerdo con la Agencia Brasil, al hablar con
motivo del Día Mundial contra el Trabajo Infantil.
La funcionaria precisó que de los cuatro millones de brasileños
menores de edad empleados, un millón 400 mil de ellos tienen entre
cinco y 14 años, franja etaria en que la legislación nacional
prohíbe cualquier forma de trabajo.
De acuerdo con Prensa Latina, para Oliveira otro hecho que
favorece esa problemática en Brasil radica en que las familias no
consideran la escuela como una alternativa, lo cual se agrava en la
zona rural, donde hay una gran precariedad educacional, aumentada
por las dificultades del transporte para llevar a esos infantes a
los centros educativos.
El coordinador de la Organización No Gubernamental Repórter
Brasil, Leonardo Sakamoto, apuntó que a la pobreza y la baja
escolaridad es necesario sumar la cuestión cultural, pues las
familias consideran la labor infantil una tradición en la formación
y carácter de las personas.
"Muchas familia acaban colocando al menor en el trabajo porque
creen que es importante, pues tuvieron una formación personal de
trabajo infantil y ven que eso necesita pasar de padre para hijo",
subrayó Sakamoto.
Por ello, el coordinador de Repórter Brasil no culpa a las
familias por ese problema, sino al Estado, porque es quien debe
fiscalizar y dar condiciones para que los padres no permitan el
empleo de sus hijos menores de edad. "La culpa no es de quien está
intentando sobrevivir y que no entiende que eso es errado", sostuvo.