El Partido Socialista (PS) y sus aliados de izquierda ganaron las
elecciones legislativas francesas y se encaminan ahora a obtener una
mayoría en segunda vuelta que le permita al presidente Francois
Hollande aplicar su programa de gobierno, informó Prensa Latina.
En los comicios celebrados el domingo para elegir a los 577
diputados a la Asamblea Nacional, el PS en el poder, junto al Frente
de Izquierda, Europa Ecología los Verdes y otras agrupaciones,
obtuvieron 46,77 por ciento de los votos válidos.
En cambio la Unión por un Movimiento Popular (UMP), del
expresidente Nicolás Sarkozy, perdió el control que tenía hasta ese
momento en la cámara baja, y junto con el Nuevo Centro y otros
aliados de la derecha apenas alcanzó 34,07 puntos.
El ultraderechista Frente Nacional, de Marine Le Pen, quedó en
tercer lugar con 13,6 por ciento, bastante por debajo de su votación
en las presidenciales, cuando llegó hasta el 17,9.
Los resultados confirman una tendencia que ya se había
manifestado en las elecciones presidenciales del 6 de mayo, cuando
Hollande derrotó en las urnas a Sarkozy y se puso fin a 17 años de
gobiernos conservadores.
De acuerdo con Prensa Latina, en una entrevista reciente, el
periodista y escritor Maurice Lemoine explicó que lo ocurrido en las
presidenciales fue un castigo popular para Sarkozy y su estilo de
gobernar, vinculado a los sectores más poderosos de la economía, la
banca y las finanzas.
Durante sus cinco años en el poder hubo un ataque permanente al
bienestar de la mayoría, se dividió a la sociedad, se multiplicó el
desempleo y creció la pobreza, a pesar de ser Francia un país rico,
y en ese sentido dijo- el triunfo del PS fue un alivio para muchos.
Lemoine advirtió que las transformaciones más profundas sólo
podrán realizarse si Hollande y el conjunto de la izquierda logran
una mayoría de diputados.
Hasta ahora no es posible conocer cuál será la composición exacta
de la cámara baja francesa, porque de sus 577 miembros más de 500 se
definirán en la segunda vuelta este 17 de junio.
No obstante, ya es posible arribar a algunas conclusiones y la
primera de ellas es que de mantenerse la misma tendencia entre el
electorado, el PS y la izquierda conquistarán entre 275 y 329
escaños.
Una mayoría de 289 puestos en la cámara baja le permitiría al
presidente la aprobación de algunas leyes prometidas a la ciudadanía
durante su campaña electoral.
El mandatario se ha comprometido a crear más de 60 mil puestos en
educación y aplicar impuestos del 75 por ciento a las ganancias
superiores al millón de euros anuales.
Reformar el sistema de pensiones, aumentar el salario mínimo,
incentivar la economía y alejarse de las políticas de recortes
sociales aplicadas en el continente, son otras de las promesas del
actual presidente.
Varias de las reformas propuestas por Hollande requieren la
modificación de leyes ya existentes o crear algunas nuevas y de allí
la importancia de tener un alto número de legisladores.
Otra lección importante de estos comicios y que los líderes
políticos deben analizar cuidadosamente, es el elevado índice de
inasistencia a las urnas.
De los 46 millones de ciudadanos habilitados para ejercer el
sufragio, sólo se presentaron a los colegios electorales unos 26
millones.
Esto quiere decir que casi 20 millones de personas, el 42,77 por
ciento del electorado, permanecieron indiferentes a la campaña
proselitista desarrollada por los candidatos y sus agrupaciones.
Usualmente la participación en las legislativas es menor que en
las presidenciales, pero esta vez se registró la abstención más
elevada en la historia de la denominada V República francesa.
A pesar de ello la secretaria nacional del PS, Martine Aubry,
aseguró que los resultados son esperanzadores y abren la puerta para
una mayoría en la Asamblea Nacional para el presidente aunque,
advirtió, nada está escrito todavía.
Si esto se confirma en la próxima cita con las urnas, la
izquierda francesa tendrá por primera vez el completo dominio
parlamentario, pues desde septiembre de 2011 tiene la mayoría en el
Senado, la otra cámara legislativa del país.