WASHINGTON,
11 de junio.— A principios de este mes entró en vigor en Filadelfia,
Estados Unidos, una ley que criminaliza a quienes den de comer a los
pobres y a los sin techo en lugares públicos, informa Russia Today.
El problema del hambre en EE.UU. es de mucho mayor escala de lo
que se suele pensar: para una de cada seis personas es una realidad.
Este índice va creciendo con el endurecimiento de la crisis
económica en el país. Según los datos del Departamento de
Agricultura estadounidense, en febrero del año pasado 46,3 millones
de personas dependían de los bonos de comida.
A pesar de la seriedad del problema, los gobiernos locales no
solo no lo resuelven, sino que se oponen a las iniciativas de los
activistas de repartir comida a los necesitados en las calles. Así
lo denunció a RT el activista Keith McHenry del movimiento Food not
Bombs (Comida, no Bombas).
Orlando fue la primera ciudad que declaró ilegal alimentar a los
pobres al aire libre. Houston dice estar preparado para aprobar la
misma normativa. En Dallas, Tampa, Santa Mónica y Los Ángeles ya se
producen arrestos por alimentar a los sin hogar en las calles. El 24
de marzo Filadelfia aprobó la ley que prohíbe "todo tipo de
alimentación de una gran cantidad de gente" en parques y otras zonas
públicas al aire libre.
Según el alcalde de la urbe, Michael Nutter, alimentar a los sin
hogar en los parques viola las condiciones sanitarias. Dice que la
nueva normativa "protege la dignidad de los sin techo, la limpieza
en los parques y elimina las dudas sobre la calidad de la comida que
se comparte".
Sin embargo, los detractores de la normativa insisten en que la
verdadera causa es limpiar la zona turística de los "poco estéticos"
sin hogar y fingir que el problema no existe.