Miles de cubanos despidieron hoy a la leyenda del boxeo mundial
Teofilo Stevenson, cuyo deceso consternó a esta nación enaltecida
por el tricampeón olímpico y mundial.
Entre aplausos, vítores y un "campeón, campeón" coreado bajo un
sol fulminante fue enterrado el pegador en la capitalina Necrópolis
de Colón, entre familiares y glorias deportivas nacionales.
Entre las muchas ofrendas florales destacaban coronas del líder
Fidel Castro, y los presidentes Raúl Castro (Cuba), Hugo Chávez
(Venezuela) y Daniel Ortega (Nicaragua).
José Ramón Fernández, presidente del Comité Olímpico Cubano, dijo
en la despedida del duelo que Stevenson "tiene asegurado un lugar
entre quienes nunca estarán ausentes", por su apego a la Patria.
Considerado el mejor boxeador amateur de la historia, Stevenson
rechazó ofertas millonarias para saltar al profesionalismo o pelear
con Cassius Clay (Muhammad Ali), quizás el mejor de los rentados.
Conocido como Pirolo en Cuba, Stevenson aseguró varias veces que
"no cambiaría mi pedazo de Cuba ni por todo el dinero que me puedan
ofrecer", actitud que realzó su leyenda deportiva.
Stevenson murió la víspera de una dolencia cardiaca, problemas
que en enero pasado lo mantuvieron hospitalizado: su deceso tuvo
gran repercusión internacional, incluso en el profesionalismo.
El presidente del Consejo Mundial de Boxeo (CMB), el mexicano
José Sulaimán, lamentó la muerte de quien "formó parte de la época
de oro del boxeo olímpico, que hoy vive su peor momento", terció.
Además, la Federación cubana de Boxeo recibió unos 40 mensajes de
condolencias de sus contrapartes americanas, y la Asociación
Internacional de Boxeo Amateur.