QUITO, 11 junio.— Cuba está dispuesta a transmitir a la región
latinoamericana y caribeña sus experiencias acumuladas a lo largo de
más de cinco décadas en la atención a los discapacitados, afirmó hoy
aquí Mabel Ballesteros.
La presidenta de la Asociación Cubana de Limitados Físicos y
Motores (Aclifim) señaló a Prensa Latina que la voluntad política de
su país desde el triunfo de la Revolución y la organización de las
personas con necesidades especiales impulsa el desarrollo equitativo
de estas en la sociedad.
Ballesteros, quien asiste al evento regional América Solidaria
inaugurado hoy en Quito, expuso que en Cuba hay un Plan de Acción
Nacional para la Atención de las discapacidades.
A este Plan, explicó, se integran los organismos de la
administración central del Estado y todas las Asociaciones de
limitados, los que desempeñan en su conjunto el papel determinante
para la aplicación de las políticas públicas dirigidas a los
necesitados.
La titular de la Aclifim denunció que el bloqueo de Estados
Unidos impide la realización plena de los derechos humanos de los
discapacitados cubanos, ya que no es posible acceder, por ejemplo,
al material aséptico para atender requerimientos fisiológicos
puntuales derivados de la afectación.
Describió que su país debe incursionar en mercados lejanos para
poder satisfacer esas urgencias, con lo cual se multiplican los
gastos y en ocasiones los materiales adquiridos no son los de mejor
calidad, pero es la única posibilidad de comprarlos.
Citó el caso de las personas con lesiones medulares, a quienes se
les dificulta acceder a equipos técnicos de avanzada por el cerco
económico, comercial y financiero estadounidense contra Cuba, de más
de medio siglo.
Señaló que en la isla es preciso seguir trabajando aún en la
concientización de sus habitantes para lograr mayor inclusión
laboral de los discapacitados y también pulir los planes para
concederles un mayor protagonismo social.
En particular citó entre los temas pendientes de resolver en Cuba
la accesibilidad al medio físico, la cuestión de la transportación y
de las comunicaciones.
Se congratuló Ballesteros del despertar de América Latina en este
ámbito y de los avances de Ecuador, donde, dijo, en 1999 era
deprimente el estado de marginalidad y de exclusión social en que
vivía esta población.
Consideró, sin embargo, que es preciso todavía diagnosticar mejor
la discapacidad en la región para dar paso a otras iniciativas
conjuntas.