TRÍPOLI, 10 junio.— Combates entre soldados y miembros de tribus
causaron 13 muertos en el sur de Libia, informaron hoy fuentes del
gobierno, coincidiendo con tensiones diplomáticas por el arresto de
cuatro miembros de la Corte Penal Internacional (CPI).
Funcionarios de seguridad reportaron cruentos choques en la
ciudad de Kufra, cercana a la frontera sur con Chad y Sudán, donde
efectivos militares del gobernante Consejo Nacional de Transición
(CNT) están desplegados desde febrero pasado, cuando hubo otro brote
de violencia.
Los enfrentamientos estallaron a primeras horas del sábado y se
extendieron hasta este domingo cuando miembros de la tribu Tubu
atacaron Kufra, situada unos mil 100 kilómetros al sureste de
Trípoli y habitada básicamente por la etnia Zwai.
Soldados del CNT y líderes tribales Tubu se culparon mutuamente
de lanzar el ataque la pasada madrugada, con saldo de tres
uniformados y seis civiles muertos en un primer combate con empleo
de tanques y ametralladoras automáticas, según algunos testigos.
Un representante de los Tubu aseguró que otras cuatro personas
del clan también perecieron, al tiempo que instó al CNT a hacer su
trabajo y detener lo que describió como derramamiento de sangre
inaceptable.
La violencia se intensificó en Libia tras la revuelta popular del
año pasado contra Muamar El Gadafi, apoyada por potencias
occidentales y que dejó al país sumido en el caos y la
ingobernabilidad.
El CNT, golpeado por divisiones internas tras la captura y
asesinato de El Gadafi en octubre de 2011, ha sido incapaz de
imponer su autoridad en una nación donde milicias de exinsurgentes
controlan regiones e instalaciones estatales, y están reacios a
desarmarse.
Precisamente, círculos oficiales en Trípoli confirmaron el
arresto por la brigada de Zintan de cuatro funcionarios de la CPI,
incluida la abogada australiana Melinda Taylor, por llevar
documentos sospechosos durante una visita al hijo de El Gadafi, Saif
Al-Islam, preso allí.
La agencia independiente de noticias Solidarity Press indicó que
la letrada trató de entregar el pasado jueves en la cárcel
información a Saif Al-Islam y eso se considera un delito que
constituye un peligro para la sociedad libia, según valoraron
dirigentes de Zintan.
Los exsublevados de esa región se niegan a entregar al hijo de El
Gadafi, de 39 años, a la CPI para que sea juzgado fuera de Libia y
condicionan su transferencia al CNT a determinadas exigencias, lo
cual confirma la falta de una autoridad central en el país
norafricano.